Aprovechando que la brasileña saca mañana mismo un nuevo EP en Kompakt Extra, le mandamos unas preguntas sobre su proceso de estudio.
La brasileña ANNA es una de las actuales artistas en la cresta de la ola. Y no sólo como DJ: en su faceta de productora ha cosechado en los últimos años grandes logros con lanzamientos en gigantes como Dyinamic o Tronic. A punto de firmar el nuevo lanzamiento de Speicher —el subsello se Kompakt Records enfocado en los sonidos más techno— hemos aprovechado para que nos cuente cómo se maneja en el estudio.
¿Mudarte a Europa te ha brindado mejores oportunidades en cuanto a mejorar tu equipo?
Cuando me mudé a Europa tuve la oportunidad de mejorar mi equipo bastante, ya que los instrumentos eran mucho más baratos y con mayor disponibilidad que en Brasil. Me compré algunos nuevos instrumentos, sintetizadores y cajas de ritmo, pero también invertí en preamplificadores, procesadores externos y nuevos altavoces. Ahora me he tomado un descanso de eso, ya no compro porque sí. Solo compro lo que siento que es realmente necesario, si no consigo una determinada textura que quiero o un sonido, entonces lo compro, pero estoy feliz y cómoda con lo que tengo. Una cosa que me gusta mucho es el Analog Rytm, es básicamente una workstation con un secuenciador, diferentes tipos de síntesis y sonido increíble. Es genial para hacer beats, líneas de bajo y ganchos melódicos, lo he usado casi exclusivamente para mi percusión junto al TR-8. El Beatstep pro es otro tipo de kit que merece mucho la pena, tiene un montón de funciones alucinantes que me ayudan mucho con mi creatividad, utilizo un montón de funciones aleatorias.
¿Cómo es un día habitual en el estudio?
Cuando estoy en casa intento estar en el estudio porque he actuado mucho durante el verano y no he podido dedicarle suficiente tiempo. A veces tengo una idea muy sólida y las cosas fluyen de una manera más rápida, trato de desarrollar todos los elementos y de ahí mover al proceso de arreglos. Después de esbozar toda la estructura del track grabo todos los instrumentos porque me gusta tener un contexto completo para saber lo que necesito ajustar. Después de grabar todo, proceso cada elemento para darle mi firma sonora, utilizo el compresor de hardware, filtros y demás, pero también muchos plugins para mejorar todo y conseguir un sonido más característico.
Háblanos de tu EP en Kompakt.
Hidden Beauties surgió cuando estaba trasteando con Endorphines, un rack modular Euro que es extremadamente potente. De ahí salió la línea de bajo, así que construí el track alrededor de ella. Me atasqué un poco y decidí tomarme un descanso. Volví a él después de ver una entrevista con Jeff Mills que me dio la idea de construir un gancho ácido 303 para él. Lo usé con un plugin ya que no tengo una 303 aún. Después de eso, el track se acabó muy rápido.
Por su parte, The Dansant surgió en sesiones de improvisación en mi estudio. Estaba probando cosas sin ninguna idea en particular. Lo tenía casi todo pero me faltaba encontrarle el sonido al track. Me costó un poco hasta encontrar su temática principal. Lo hice usando el módulo Atlains de Intellijel, que es una pieza de mi equipo que uso en casi todos mis tracks.
¿Cuáles son tus cinco piezas favoritas del estudio?
H9 MAX PEDAL: Compré este pedal para usar en mis sesiones ya que quería poder cambiar entre diferentes mezcladoras y siempre tener los mismos efectos, pero acabé probándolo en estudio y me llevé una gran sorpresa. Aunque tengo plugins Eventide, aporta algo nuevo y lo siento más expresivo. Ya que tiene tantos algoritmos diferentes me gusta explorar y probar cosas mientras voy grabando. A menudo algunos de esos felices accidentes acaban en mis producciones.
ANALOG RYTM: Es mi fuente de percusión de referencia, ya que empiezo normalmente todos mis tracks con la percusión y construyendo el groove, así que es mi primera parada. Es una workstation bastante completa, puedes hacer mucho más que percusión con ella, el secuenciador es potente y usarlo con samples lo hace muy flexible en términos de tonalidad. Y suena de lujo.
PROPHET 6: Lo uso mucho para líneas de bajo y leads, pero al ser polifónico lo uso también para pads y ambientes. Tiene muchos efectos, un arpegiador y secuenciador que lo hace muy flexible, es casi imposible que suene mal. Es uno de los sintetizadores que más uso en mi estudio.
ATLANTIS: Es un módulo Eurorack de Intelijel. Lo compré porque de alguna manera es como un clon del Roland SH-101, y todo el mundo necesita en su estudio un 101. Cuando estoy atascada o falta de ideas e inspiración recurro a él y algo surge. Es fácil y rápido conseguir sonidos alucinantes y expresivos con él.
WA76: Es un clon de un compresor 1176 y tiene esa pegada y color que es muy difícil de conseguir con plugins. Manejo toda la percusión, líneas de bajo y vocales a través de él y siempre entrega ese rollo 1176. Incluso al usarlo para saturar sonidos a través de sus transformadores es alucinante.