La Nueva Cubierta de Leganés acogió la primera edición de HallowANTS, colaboración de WAN Festival y la popular sesión ibicenca ANTS. Todo un éxito de convocatoria que reunió a 9.000 personas que bailaron del atardecer al amanecer con algunos de los astros más brillantes del techno y el tech-house internacional. La producción, nuevamente, fue fastuosa: con más de 200 metros cuadrados de pantallas LED y una potente animación visual.
Para empezar este relato, he de comentar que a pesar de llevar a la espalda unos cuantos años de fiesta; nunca en mi vida había salido de fiesta solo. Este dato es importante, ya que marcaría una de las fiestas que más he disfrutado en mi vida. Todos sabemos que la música electrónica y la Cubierta de Leganés son tal para cual, dos enamorados que cada vez que se encuentran surgen las llamas de la pasión. La Cubierta dispone de 12.000m2 de espacio, un aforo para 10.000 personas (se dice pronto) y un parking hasta 1.000 coches; haciendo de esta un lugar privilegiado para albergar este tipo de eventos. Otro punto a favor de la Cubierta son las numerosas entradas y salidas de las que dispone, agilizando gracias a la organización del evento y su personal el flujo de personas.
Este año el WAN traía consigo ANTS, uno de los eventos de origen ibicenco que lleva desde 2013 arrasando y que se ha consolidado siendo conocido a nivel internacional. Cómo no iba a arrasar con el cartel que traían: Joris Voorn B2B Nic Fanciulli, Maya Janes Coles, David Squillace B2B Matthias Tanzmann, Andrea Oliva, Uner B2B Gonçalo… La verdad es que la velada prometía, y mucho.
Tras la vuelta de reconocimiento, me dispuse a entrar. Eran las 00:10 y en ese momento estaban pinchando uno del los 3 B2B’s de la noche y uno de los platos gordos, David Squillace B2B Matthias Tanzmann. Lo primero que me impresionó al llegar fue la cantidad de gente que ya se encontraba dentro (la pista bastante llena y alrededor de ¾ de las gradas). En mi mente aún era muy pronto; pero claro, nadie quería perderse nada de la noche, así que me dispuse a dejar tan rápido como pude el abrigo en el ropero.
Mientras hacía la cola, Squillace y Tanzmann ponían a bailar a toda la sala con Shoes On Please lo nuevo de Bontan & Dateless. Como andaba solo, me dispuse a dar una vuelta de reconocimiento por dentro, ver donde se ubicaban los aseos, las barras, el puesto de comida… Todo al ritmo de una mezcla con la versión acapella de 123 de Bronx Cheer & Elliot Chapman. Ya situado en el lateral izquierdo de la pista pude disfrutar de la sesión que se estaban marcando Squillace y Tanzmann.
Los DJ’s estuvieron cómodos pinchando canciones como: Jogo de Joeski & George de un estilo más tech-house, pasando a temas como Ivory (Drvsh Remix) de BFVR; haciendo con esta última hasta que los más tímidos se arrancaran a mover cintura.
Sobre las 2:10 aparecieron en escena los dos que llamaban a ser el plato gordo de la noche, se pusieron a los platos Joris Voorn y Nic Fanciulli. Durante su repertorio, pudimos bailar como enanos el re-work del propio Marco Lys a su mítico tema La Tromba con Chris Lake. Eran las 2:33, la gente ya había entrado en calor y ahora sí que estaba completamente llena la sala; pero siempre con espacio suficiente para bailar a gusto, en ese instante sonaron las míticas vocales de Jack de Breach haciendo de este un momento en el que no había ni una sola alma en la Cubierta que no estuviese quemando la suela de su zapatilla. Junto con estas mezclas también siguieron haciendo de las suyas con la mesa para llevarnos de un estilo a otro, sonando desde Evolve de Reinier Zonneveld a Duke de Sidney Charles. También escuchamos canciones más melódicas más del estilo progressive-house de Joris como Grows Slowly de Takuma Iwakawa o Medical Insurance de Leventina. Su contrario, Fanciulli, daba su toque más rebelde, con temas más del propio tech-house como: Down For It (In Stereo Remix) de Chus & Ceballos & Danny Serrano & Solo Tamas, o Walking Down The Street (Sebastian Gnewknow Remix).
Ya llevábamos un rato de Joris y Fanciulli para darnos cuenta en primera instancia de que estos dos se conocen y complementan muy bien. Pero sucedieron los minutos mientras que Joris y Fanciulli hacían de las suyas, hasta las 3:44… De repente… Kernkraft 400 de Zombie Nation. ¿Qué queréis que diga? No hay español que no se venga arriba y al bailar entone un “lolololo” cuando suena este temón. El sentimiento grupal de “piña” que tiene esta canción es único. Ahora sí que se habían metido al público en el bolsillo. La guinda del pastel la pusieron a las 3:53, antes de la actuación de Andrea Oliva. Esta guinda era Ringo del propio Voorn, otro tema que se ha convertido en un icono de la música electrónica y que emocionó a más de uno.
Siendo las 4 de la mañana pasada apareció Andrea Oliva dispuesto a dar el último pincelazo a lo que estaba siendo un fiestón en mayúsculas. Para mi gusto Andrea empezó un poco tímido con temas como I Feel Soul de Justin George, pero tras ponerse cómodo, sobre las 4:30 esa timidez ya se había pasado. Esa timidez se disipó cuando empezaron a sonar las icónicas vocales de The Age Of Love con una base que a todos nos revuelve algo en el estómago, Opus (Four Tet Remix) de Eric Prydz. Oliva fue a más, en 5 minutos pasó de la anterior mezcla a otra que también como buena conocida incluía las vocales que nunca defraudan de Flash de Green Velvet. Eran las 5:00 y sonaba un tema tan canallita como Accelerator de Solardo y Camelphat, todos estábamos bailando como locos, se notaba que lo último que quería la gente en ese momento era irse a casa.
Para poner el broche a una noche de 10, sonaron temas tan míticos de la música electrónica como Born Slippy (si antes hablaba del efecto piña de Kernkraft 400, imaginad con esta), sucedió a esta, otro tema bastante contudente como es Zeit Des Erwachens de Obscure Shape & SHDW que sonó a quemarropa. Otro de los grandes bombazos de la noche para cerrar la noche fue Jaguar de Rolando, a la cual ya con las luces encendidas siguió otro tema que nunca falla en cualquier fiesta; hablo de The Bells de Jeff Mills. Sinceramente, no sé que tiene esta canción que nadie se puede resistir.
Eran las 6:10 y Andrea daba fin a su set, el cual nos dejó con un dulcísimo sabor de boca, dejando el recuerdo de una noche fetén y que la mayoría repetiría sin lugar a dudas.