Hotflush celebra sus 20 años como sello y agente esencial en la evolución de la música electrónica de baile desde los 2000 hasta la actualidad, con una colaboración entre su fundador, Scuba, y uno de los bass music heroes con más tirón del momento: Nikki Nair.
Hablar de Hotflush no es hacerlo de uno de los sellos más reconocidos, aclamados y determinantes de las dos últimas décadas, sino que además de una de las piedras angulares de la bass music procedente de Reino Unido. Así, podemos afirmar sin atisbo de duda que la disquera propiedad del inefable Paul Rose aka Scuba ayudó a evolucionar al género —o géneros, pues tal denominación abarca desde el dubstep más cavernosos al UK garage más juguetón, entre otros miles de etiquetas—.
Tras un ascenso que llevó al bueno de Paul y sus fichajes —nombres de la talla de Mount Kimbie, Sepalcure, Nightwave, Sepalcure o Locked Groove, por citar algunos— a lo más alto, y haber dado forma a la música que todo el planeta quería pinchar y bailar, el sello comenzó a mostrar síntomas de fatiga. Y así, de forma paulatina, Hotflush pasó a un discreto segundo plano para dejar el camino libre a otros artistas, sonidos y tendencias.
Y así llegamos hasta 2023, un momento en el que la bass rooted music surgida en las islas vuelve a colarse en las pistas de todo el mundo. Ya sea en sus formas más primigenias como el jungle y drum’n’bass de los británicos Coco Bryce o Sherelle; el amenazante post grime de los neoyorquinos afincados en Berlín Sha Ru; las atrevidas combinaciones de elementos de folklore oriental de Toumba o DJ Plead; o la mezcla desprejuiciada de breaks y electro de artistas como Aloka o nuestro protagonista de hoy: Nikki Nair.
Originario de Atlanta (EEUU), Nikki Nair puede presumir de haber sido reverenciado nada más y nada menos que por la todopoderosa Pitchfork, además de ser el productor revelación del año 2022 para la también omnipresente edición británica de DJ Mag. En lo estrictamente musical, el norteamericano gusta de explorar y explotar una emocionante paleta de géneros que incluyen los ya nombrados electro, drum’n’bass o breakbeat, sumando al cóctel otros más complejos y/o de nicho, como son la IDM, el footwork o el techno, entre otros. Una combinación irresistible que, si lo piensas, tiene todo el sentido como celebración del espíritu innovador y disruptivo del que gustaba de hacer gala Hotflush.
Para su primera colaboración, Scuba y Nikki Nair entregan “Expresion” una pieza sonora que combina el clásico groove del UK garage con sintetizadores más propios del electro más incisivo y aguerrido. El resultado es un track que suena fresco y potente, al tiempo que atesora en su composición el alma del sello.
Un fantástico comeback del que fue uno de los sellos de cabecera del que suscribe estas líneas que está incluida en el recopilatorio “Post Whatstep?” que reúne a la flor y nata tanto clásica como actual del sello. ¿Post qué? Postloquesea que quiera Scuba. Se lo merece.
