El residente de Lanna Club, Manglés, edita un soberbio EP en el sello Timeline.
Manglés es una enciclopedia musical del underground, aquellos que le conocemos personalmente podemos dar fe de ello. Sus sesiones gourmet a base de puro vinilo así lo demuestran y su residencia en el gijonés Lanna Club le sirve como laboratorio para ejercitar este sabio conocimiento que atesora.
De esa exposición diversos y variados palos de la electrónica más subterránea le vienen la influencias que luego refleja en sus contadas apariciones públicas como productor y esta es una de ellas.
Es en el sello del ahora asturiano de adopción Aiken donde ha editado su más reciente EP y en él no se marca líneas rojas, bebiendo de múltiples fuentes, breaks, industrial, Detroit, electro y metiendo todo ello en una coctelera sónica que suena a él mismo, super original, imposible de comparar a nada que hayas escuchado antes.
Por eso precisamente no se trata de un disco fácil para la plebe o para aquellos no amigos de profundizar, este será uno de esos trabajos que se apreciará con perspectiva en el paso del tiempo.
Este es un hecho que honra a ambos protagonistas, el que ha hecho la música y el que le ha echado los huevos de editarla y para ambos desde aquí pido un sonoro aplauso.