El artista gallego Granha publica en Samain Music su tercer trabajo, Santa Compaña, con el que da un giro radical a sus producciones para adentrarse en los ritmos tradicionales de su tierra.
Después de casi 4 años desde su último EP, en los cuales se ha mudado a Leipzig (Alemania), Granha presenta su nuevo trabajo: una descarga de beats asincopados, sintentizadores, gaitas, pandeiros y pandeiretas con la que crea unos paisajes sonoros que evocan la oscuridad de la noche gallega, con el hilo conductor del ancestral mito galaico de la Santa Compaña y la solemnidad de la procesión de sus almas en pena.
El productor y dj ferrolano, figura clave de la escena downtempo de nuestro país con sus residencias en Raíces (Ibiza, Barcelona y Sevilla) y L’a Cultural (Bcn), hace un viraje artístico para internarse en los ritmos tradicionales gallegos, acercándoles a las pista del baile, y transportando al oyente a un mundo donde lo divino y lo terrenal se entrelazan.
La Santa Compaña es una leyenda popular gallega sobre una reunión de almas difuntas que salen en una procesión que no se ve, pero se percibe su aire al pasar. Cada difunto lleva una vela que tampoco se ve, pero se huele la cera ardiendo. La comitiva va encabezada por un espectro mayor de casi 3 metros denominado Estadea, cuya cara es una calavera con los ojos rojos con brasas y fuego en su boca. Bedoeiro es una persona que tiene la facultad de ver la Compaña debido a que en su bautizo fue ungido por error con óleo de difuntos.
El EP consta de tres canciones en forma de alegoría, una Xota Gallega con ritmo de 3×4, que representa la Estadea que dirige la Compaña, una Rumba Gallega a 4×4 dedicada al Bedoeiro que ve la comitiva, y por último, la canción Santa Compaña, es una amalgama con percusiones a 3×4 y sintetizadores a 4×4 que representa el momento en el que esos dos personajes mitológicos se cruzan.
“Santa Compaña“ es más que una simple composición musical; es un paseo por las tierras misteriosas de Galicia, donde la bruma abraza los bosques ancestrales y los relatos de lo sobrenatural se entrelazan con la realidad, además de un homenaje, en definitiva, a la rica herencia cultural gallega y una invitación a adentrarse en los misterios que yacen ocultos en sus tierras y en su gente.