Audaces composiciones de vanguardia cosidas a partir de un frágil violín y rematadas con voces fantasmales e inquietantes a cargo de Verónique Serret.
El nuevo álbum de Véronique Serret, “migrating Bird” fue concebido durante la pandemia. Un tiempo que permitió a la autora en adentrarse en terrenos instropectivos y de reflexión. En él se plasma una conexión más profunda con la Madre Naturaleza.
Íntegramente escrito e interpretado por Véronique (violines, voz, percusión) con la excepción del primer sencillo “Carbon Footprint” y Pelican Song”, ambos con la leyenda del didgeridoo William Barton (didgeridoo, guitarra, voz).