Liquidez orgánica, techno y ácido mental en el nuevo disco de OK EG.
Cuando te paras en la ladera de la montaña puedes ver todo el paisaje. Barrancos sombreados en el valle, ramas que se mueven con el viento y, a lo lejos, líneas que convergen con la bóveda solar, las nubes apiladas en lo alto y atravesadas por rayos de luz. Se pueden encontrar detalles intrincados cuando te detienes un momento y te quedas quieto. Los espejos se miran entre sí, un mundo infinito.
Así describe el dúo australiano su más reciente trabajo para Midgar, Heatwave, una exploración de las capas más profundas del techno.
Temas como “Radial” vibran con ritmos con graves intensos, mientras que “Heatwave” se convierte en lisérgica: cada sonido se pliega sobre sí mismo, revelando nuevas dimensiones.
Una obra de arte sonoro alucinante, Heatwave es un viaje a través del techno refractado en su forma más intrincada. Algo que desde hace ya tiempo es especialidad de estos alquimistas de la electrónica.