El colombiano Julián Mayorga regresa con su noveno álbum, una pieza estrepitosa, absurda y deliciosa de psicodelia post-cumbia.
“Chak Chak Chak Chak” es una mezcla febril de guitarras eléctricas angulares, ritmos modificados, percusión encontrada y encantamientos rápidos, con influencias que incluyen a Tom Zé, Tom Waits y Captain Beefheart. La energía frenética se combina con el ingenio satírico. Fábulas surrealistas entrelazadas con sonidos desafiantes.
Desde el fértil caldero de su actual sede en Madrid, donde ha vivido durante los últimos diez años, Mayorga ha creado la siguiente fase convincente de su autoproclamada “rebelión del timbre”. Inspirado por los sonidos de instrumentos musicales no convencionales (sartenes, morteros, cuchillos y platos), su lanzamiento debut en Glitterbeat (el noveno en total) cuaja con una energía asombrosa y un ingenio satírico.
Las canciones de Mayorga son construcciones multidimensionales en capas. Evocan las ilusorias tierras marginales que surgen donde lo urbano y lo rural se encuentran, y hacen eco de recuerdos originados en los barrios de clase trabajadora de su lugar de nacimiento, Tolima, lugares abundantes en pintura grasa y suciedad, vitalidad y color.
