Ale Hop & Titi Bakorta: Mapambazuko (Nyege Nyege Tapes)

Grabado en Kampala, ‘Mapambazuko’ une a la artista e investigadora peruana Alejandra Cárdenas (también conocida como Ale Hop) con el guitarrista congoleño Titi Bakorta, quienes encuentran una unión entre sus respectivos enfoques.

El álbum debut de Bakorta, ‘Molende’, lanzado en Nyege Nyege Tapes en 2023, fue una reflexión excéntrica sobre sus años interpretando una fusión única de soukous congoleño y sonidos folclóricos, y ‘Mapambazuko’ retoma donde lo dejó, haciendo un bucle de los solos de guitarra de Bakorta en torno a los ritmos afrolatinos psicodélicos de Cárdenas y los sintetizadores fracturados. Los últimos álbumes de Cárdenas la han llevado por todo el mapa estilístico: en el aclamado ‘Agua Dulce’, deconstruyó los ritmos tradicionales peruanos con Laura Robles, mientras que en ‘La vida de los insectos’ de 2021 atravesó un territorio radicalmente diferente, imaginando un universo abstracto desde el interior de un terrario. Toda esta experiencia (en música pop, experimentación electroacústica y minimalismo de vanguardia) se aplica a ‘Mapambazuko’, donde sesga los temas exuberantes de Bakorta con elementos sutiles de diseño de sonido y una batería poderosa e intransigente.

El tema de apertura, “Bonne année”, es un tema de fiesta efervescente y nervioso, con un ritmo frenético de Cárdenas que gradualmente adquiere más fuerza, realzando las vívidas frases inspiradas en el soukous de Bakorta. Y en la canción principal, las improvisaciones elásticas de Bakorta suenan como si rebotasen en los zumbidos y chillidos disociados de Cárdenas, mientras que el pulso furioso del dúo mantiene bajo control su experimentación cruda. Sus mundos chocan aún más visiblemente en “Una cumbia en Kinshasa”, que identifica las similitudes entre la cumbia psicodélica peruana y el pop congoleño, y en “Así baila el sintetizador” aumentan el tempo, difuminando los riffs ficticios de Bakorta en las oscilaciones entusiastas de Cárdenas. La aceleración solo se atenúa en el vaporoso final del álbum, ‘Nitaangaza’, donde Bakorta toca vertiginosos lamentos psicorrock sobre los golpes almibarados y los drones desequilibrados de Cárdenas. Y el álbum se completa con tres remezclas exclusivas. El artista sonoro keniano KMRU despoja del ritmo a ‘Nitaangaza’ y saca a relucir su sensualidad latente, añadiendo pads ligeros y tonos suaves para recontextualizar la pista original.

En su nueva versión, Cárdenas aumenta “Una cumbia en Kinshasa” con un ritmo aún más beligerante, cortando aún más los riffs brillantes de Bakorta y finalmente guiando la pista hacia un caos parlanchín. Mientras que Flora Yin-Wong avanza hacia los créditos finales con una versión sensual y percusiva de “Así baila el sintetizador”. Ralentizando el ritmo y enfatizando el paisaje artificial y espeluznante, Yin-Wong ilumina con luz de luna los ritmos tostados por el sol de Bakorta y Cárdenas, proporcionando la relajación necesaria a medida que la fiesta llega a su fin.