Marc Melià: Pièces Monophoniques (VLEK)

Creado íntegramente con un sintetizador monofónico analógico sin sobregrabaciones, Pièces Monophoniques es un homenaje a la simplicidad en una era de infinitas posibilidades digitales.

Desde su álbum debut, Music For Prophet (Les Disques du Festival Permanent, 2017), el compositor mallorquín Marc Melià, residente desde hace años en Bruselas, ha redefinido los límites de la música electrónica mediante un enfoque minimalista y reduccionista. Como una caminata solitaria por la inmensidad de las montañas, donde solo se lleva lo esencial, la obra de Melià invita a los oyentes a un viaje despojado de excesos, centrándose en cambio en la pureza del sonido y la intención.

Mientras que algunos han tachado la música monofónica de simplista, otros han abrazado su encanto distintivo. Registros históricos, como los de Johannes Quasten, revelan que los primeros líderes de la Iglesia se sintieron atraídos por la música monofónica porque resonaba con las creencias cosmológicas de la época, resaltando la armonía y la unidad de toda la creación.

En una era de abundancia digital, Marc Melià abraza deliberadamente las limitaciones, creando un álbum que prospera dentro de una paleta limitada de opciones. Sin embargo, de estos límites autoimpuestos emerge un universo deslumbrante, rebosante de ricas texturas y elegantes armonías. Para su álbum debut, Melià trabajó exclusivamente con un Profeta Secuencial. Con Pièces Monophoniques, su tercer LP, regresa armado únicamente con un sintetizador monofónico analógico y secuencias MIDI artesanales grabadas directamente en una sola pista estéreo. Estas grabaciones buscan descubrir la belleza dentro de los límites de las limitaciones y la simplicidad, rechazando cualquier adorno que no sea esencial. Melià presenta la esencia misma de la música, resaltando el poder de la ausencia y el silencio como fuerzas creativas. Como la masa oculta de un iceberg, lo que no se escucha se vuelve tan significativo como lo que se escucha.

El álbum navega en la frontera donde la búsqueda de una respuesta emocional desinhibida se cruza con los sonidos mecánicos generados por los circuitos del sintetizador. A pesar de ser una colección de temas sin ritmo, ocasionalmente surge un pulso, como en la pieza final, “224 Steps”. Una secuencia nítida combinada con múltiples retardos y reverberaciones crea el vaporoso espectro celestial de múltiples voces en “Illusions of Polyphony”, mientras que “Échoes et Fantasies” evoca la ilusión de una armonía dual. Las reverberaciones expansivas y los silencios entre las eufóricas frases de sintetizador en “Overture” nos transportan a un paisaje imaginario y majestuoso formado por un campo eléctrico. “Resonances”, una secuencia monofónica similar a un zumbido, encarna los objetivos del álbum, ya que una serie de resonancias creadas con el filtro del sintetizador emergen de la nota fundamental.

“Pièces Monophoniques” pretende contribuir a una tradición que se remonta a los albores de la humanidad. Después de todo, es innegable que la música más temprana creada por la humanidad fue monofónica, desde las relajantes canciones de cuna cantadas a los recién nacidos hasta los cantos gregorianos, las canciones tradicionales de trabajo y la repertorio de composiciones solistas de innumerables compositores.