
El álbum debut de Halima, “Sweet Tooth”, es una audaz declaración de poder de un talento innegable. Seductor, inquieto y profundamente seguro, el disco se desenvuelve como una noche en movimiento.
En el resplandor de su EP de 2024 en drink sum wtr, elogiado por Clash Magazine, The Fader, BBC Radio y otros, la artista británica/nigeriana afincada en Brooklyn consolida su sonido y lo expande diez veces. Si EXU fue la chispa, SWEET TOOTH lo es todo. No es que sea un género sin género, sino más bien “lleno de géneros”; el álbum abarca un mundo brillante y exuberante donde los éxitos de club se fusionan con baladas profundas en un híbrido impactante y completo de afro-pop meloso y R&B abrasador.
A lo largo de sus once temas, Halima traza el tira y afloja del deseo, la transformación y el ajuste de cuentas emocional. “Dulzura en mis términos”, ofrece un mantra para recuperar la suavidad sin renunciar a la fuerza. El álbum trata sobre el viaje para recuperarse en medio del caos de la vida y, en última instancia, funciona como una carta de amor a los placeres y el dolor de estas búsquedas humanas. Si bien SWEET TOOTH anuncia la llegada artística de Halima, ella lo llama un epílogo, una reflexión sobre comportamientos pasados y lecciones aprendidas. “¿Soy la persona en la que quería convertirme? Creo que sí. Me he dado permiso para liberarme de esas cosas. Para ser audaz. Para ocupar mi espacio.“

Lo que comenzó como una serie de bocetos, escritos al margen de las sesiones más estructuradas de EXU, poco a poco reveló una historia más grande y emocionante. “No intentaba construir una narrativa“, explica Halima. “Simplemente escribía lo que me hacía sentir bien“. Pero el tejido conectivo siempre estuvo presente: noches largas, desamores, trabajos a tiempo completo, momentos robados: el intermedio del desarrollo. “Estas canciones abarcan de tres a cuatro años de mi vida“, dice. “Y escucharlas juntas, como un todo, es como si me volaran la tapa de la cabeza“.
Halima coprodujo SWEET TOOTH con una amplia gama de productores, incluyendo a Mikey Freedom Hart (A$AP Rocky, Dev Hynes/Blood Orange, Empress Of), cuya apertura le dio espacio para explorar. “Me dijo: ‘Este es tu patio de recreo, haz lo que quieras‘”, recuerda. “Así que tomé la guitarra y empecé a tararear“. Esa melodía se convertiría en el eje emocional del álbum, “desperdiciando mi cuerpo”, introduciendo nociones de fisicalidad y anhelo en medio de la agridulce realidad del amor disuelto. A partir de ahí, todo cristalizó. Le siguió la canción que da título al álbum, junto con la metáfora central del disco: la dulzura como ofrenda y como armadura. “Los estudios demuestran que las personas con gusto por lo dulce son más agradables“, dice Halima. “Eso me impactó mucho. Para mí, complacer a los demás tiene sus raíces en la culpa, la vergüenza y un miedo irracional al rechazo; es mi superego, que una vez me protegió, pero no es mi verdadero yo. SWEET TOOTH es mi camino a través de ese ajuste de cuentas“.