
Birdsnake, embajadores del synth, crean su propio estilo de electrónica downtempo con toques psicodélicos, explorando la frontera entre lo digital y lo orgánico.
Una experiencia sensorial fluida, la banda combina a la perfección acid jazz, texturas drone y ritmos dub. Su nuevo sencillo, «Hydrostatic Pressure», comparte ciertas similitudes con su anterior lanzamiento, «Rare Amulet», con un sonido que evoca el agua, pero que contrasta con un tempo bailable y una instrumentación más oscura.

Campanas brillantes y pads de sintetizadores que recuerdan al viento se entrelazan lentamente en una cascada de percusión burbujeante y destellos de flauta. Un potente bombo en 4/4 irrumpe con fuerza, junto con efectos de sonido estremecedores y profundos acentos de trompa, que recuerdan a gigantescos barcos en alta mar. Lejanas kalimbas y campanas metálicas aparecen y desaparecen como mareas, pero constantemente nos sentimos atraídos de vuelta a la pista de baile. Sobre el tema, la banda comenta: «Hydrostatic pressure es un viaje a las profundidades del océano, que captura la energía de las improvisaciones en vivo más enérgicas, pero también refleja el sonido de nuestra producción en estudio casero».
Tras conocerse en la escuela de música, Birdsnake se formó cuando las sesiones de improvisación después de clase se convirtieron en algo habitual. Este intercambio de ideas improvisado y relajado constituye la base de todos los temas de Birdsnake, y el próximo álbum, Biofilter, profundiza en esta química. Con una temática y sonidos acuáticos, el nuevo álbum busca que los oyentes se sientan relajados y llenos de energía a partes iguales.



