
La artista berlinesa Pilocka Krach presenta brillantemente su nuevo álbum con el primer acto de Fausto III.
El número 3 define la temática de la obra: 3 títulos para 3 actos dan lugar a 3 sencillos y 3 lanzamientos en formato de 7 pulgadas y digital: el álbum.
La música Pilocka Krach plasma así la imagen y la idea del arte y la magia, y en particular, la intriga del arte con Mefista. Una broma en serio. El puño no representa metafóricamente ningún derecho de los poderosos, sino, al contrario, la permeabilidad. El juego de Pilocka con la máscara es, como siempre, contundente y ligero.
Citar el teatro, como un telón alzándose, es deliberado, y el tema musical de Fausto, que se combina con géneros inapropiados como el pop, la composición de canciones, el club, el techno, la electrónica y similares, es más un juego que una permeabilidad. Los tres títulos del primer acto están llenos de insinuaciones: “Quemando la casa en medio de la calle” sigue a “Hey Party People”, lo que nos hace preguntarnos: “¿Eh! ¿Empieza la fiesta ahora o se dirigen a los Party People?”. Los dos puntos, las palabras, los significados y las rimas se distorsionan, pueden y serán distorsionados.
Como en producciones en parte sueltas y desquiciadas, en parte complejas, con un significado oculto: siempre hay ritmo, pero mayormente sin metal.

Como en producciones en parte sueltas y desquiciadas, en parte complejas, con un significado oculto: siempre hay ritmo, pero mayormente sin metal. Hi-hat. Hay vapor (pero no hay tetera), caballerosidad tranquila, muy chic. ¿Demasiado atrevido para un público entusiasmado? ¿O, como en el Dr. Fausto, una señal para salir de la sala? ¡No!, no es así en absoluto. Esto es divertido y las imágenes resaltan un ligero arco desde los 80 hasta los 2030: sintetizadores, guitarras, ritmos, ecos y rincones conforman la escena. La tercera parte del primer acto de Fausto III de Pilocka Krach presenta a la Gran Dama de Berlín, Gudrun Gut, con un homenaje increíblemente genial al viento.
Que lo que quiera desaparecer, desaparezca: en una tormenta de ruido interminable, el mundo de Pilocka se impregna silenciosamente del volumen de “El viento suave”. El segundo acto contará con la participación de Hölderlin, de Heidelberg.



