Burn Residency buscaba representante español de cara a la final internacional que se celebrará en Ibiza el próximo mes de junio. El lugar para dilucidar la duda era todo un señor club como Ker Club en Barcelona. Así pues, cinco candidatos, BOGTONE, Dubhe, DJ Javi Row, Muniq y Omar López se iban a batir el cobre bajo la mirada de medios especializados, un público que iba llenando la sala poco a poco y un jurado donde uno de sus componentes, Dj Nano, les observaba muy encima. Además Uner, que actuaba tras la final, no quitaba ojo tampoco. Quizá demasiada presión para que cada uno pudiera desarrollar su discurso y habilidades en 20 minutos de tiempo.
El resultado fue que los participantes optaron por tirar por la calle de en medio y no salirse de un plano musical lineal dentro de un tech-house ramplón. Quizá no destacarás, pero tampoco meterás la pata de cara a la pista de baile. Unos con controladoras, otros con CDJ´s y otros Technics. En esas es difícil valorar el trabajo de alguien y es donde sale a flote la personalidad en cabina, es decir, quién es el que más se cree lo que está pinchando, animando a la gente de forma natural. En ese aspecto, a nosotros nos gustó más Dubhe porque se le veían más tablas en estas situaciones aunque luego nos contó que nunca se había visto en una de estas. Pero el jurado valoró el desparpajo del joven Javi Row, que sin estar mal se le notó más nervioso en cabina que el resto pero que nunca se le quitaba la sonrisa ante pequeñas adversidades que se le planteaban. Eso también es ser un dj.
Hay que decir que el canario pinchando en intimidad de la sala pequeña de Ker Club, su selección musical fue mucho más fina que la utilizada en el concurso. Incluso con más groove que lo ofrecido por Manu Vulcano y Kika Rodríguez (anteriores ganadores nacionales del certamen) aunque los nervios seguían patentes con algún que otra corrección en la mezcla bastante audible. Aún así confiamos en que en Ibiza sepa representar bien al talento español.
Mientras tanto, en la sala principal, que presentaba un aspecto tremendo teniendo en cuenta que era domingo noche y había lunes laborable, estaba Uner sacudiendo de lo lindo. Venía apenas sin dormir por la concatenación de bolos que un artista de su nivel tiene a lo largo del fin de semana, así que a morir con las botas puestas y a mezclar techno con melodías juguetonas. Manos arriba y ganas de fiesta.
Tras él vinieron los residentes y la concatenación fue un repaso al Top 100 de tech-house de Beatport. Bombada tech-housie continua que si bien el público lo recibía con los brazos abiertos, los que tenemos callos en los tímpanos de escuchar música nos dejó fríos. Momento de recogerse y dar las gracias tanto a la gente de Burn como al staff de Ker Club por un trato impecable para / con la prensa. Así sí.