Siguiendo la estela de Disclosure, hace unos meses apareció en escena el londinense Lxury, alias de Andy Smith, un joven productor de Croydon que hace música con su portátil de 13 años. No extraña que los hermanos Lawrence se fijaran rápidamente en su talento, pues comparten sensibilidades. Tanto unos como otros miran a los años dorados de la música de baile británica, es decir, la década de los noventa, cuando los maxis de Junior Boys Own inundaban las discotecas de las islas. A medio camino entre el house y el UK Garage, Smith, hizo de 2014 su año de debut, pero no ha sido hasta hace unas semanas, cuando publicó su segundo maxi en Greco-Roman, sello que ha hecho mucho por el género en los últimos años, que ha dado el salto de calidad necesario para dejar de ser ese secreto a voces del underground británico.
Pero volvamos a principios de 2014. Andy Smith ha seguido todos los pasos clave para salir del anonimato. Está claro que ser colega de Disclosure le ha ayudado en esta empresa, y sino que se lo digan a Sam Smith, que ayer se puso tibio a ganar premios en los Brit Awards, a pesar de que lo gordo se lo llevase su gran rival, el cansino de Ed Sheeran. Con esta agenda de contactos, el siguiente paso era encontrar un sello que confiase en tu talento y, ya sabemos, que de eso va sobrado el chico. Así consiguió que en poco tiempo Kitsuné, que de música de baile y goce sabe un poco, y Greco-Roman, le sacasen música. Pocos pueden jactarse de que tienen entre sus colegas a los hermanos Lawrence y a Joe Goddard. Pues bien, justo a la llegada del pasado verano, salió a las tiendas su EP de debut, “Playground”, que, aunque anclado en el house, mostraba la versatilidad con la que se desenvolvía nuestro hombre.
Los siguientes meses los dedicó a trabajar en la continuación de ese maxi, “Into The Everywhere”, un EP de seis temas también para Greco-Roman. El trabajo se abre con un pelotazo que anticipa el verano, “Pick You Up”, con voces vigorizantes y pads que nos devuelven a los noventa. ¿Más de lo mismo? Sí pero no. Es decir, el sonido claro, se mantiene, pero su crecimiento se constata gracias a una técnica de producción depurada, elegante y clásica y moderna a la vez. Porque se puede ser nostálgico y tener, a la vez, una mirada futurista. Lo mejor de este extended play, está claro, es este corte, pero hay más cosas interesantes que comentar de los cinco restantes. “Equals”, igual de festivo, muestra a la vez un lado taciturno que no acostumbramos a verle, “World 2” sorprende por sus toques raver y “Square 1” maravilla con sus melodías de sintetizador y la voz del siempre a reivindicar Deptford Goth, aquí en una faceta mucho más distinta a su habitual registro sombrío y tristón. Se acerca a esa electrónica festiva y desenfadada que se factura en el Reino Unido a través de nombres como Totally Enormous Extinct Dinousars, pero con unos toques orientales que recuerdan, por ejemplo, a Gold Panda.
A partir de ahora, los siguientes movimientos están claros, preparar con mimo su álbum de debut, sin prisa pero sin pausa para no perder el momentum, colarse en las discotecas más selectas y asegurarse slots en algunos de los festivales más importantes de su país y allende. Estuvo en el CTM de Berlín y Annie Mac se lo llevará a Malta en unos meses, además de pasarse por Croacia. Por el momento, NME ya le ha puesto un notable alto a este último trabajo, lo que demuestra que no estamos solos en este barco. Acaso ese punto más experimental que Disclosure puede ser una piedra en su zapato, pero esa reinterpretación sabia de la historia de la música de baile de su país le debería bastar para ver cumplir todos sus sueños.