El DJ escocés Jackmaster llevaba casi un año en el olvido, retirado voluntariamente del mundanal ruido después de reconocer, en agosto del año pasado, en su Facebook, que no había tenido un comportamiento adecuado en el festival Love Saves The Day que se celebra en Bristol. Ahora sabemos que Jackmaster abusó de las drogas y el alcohol y que además “sobó y acosó” a varias mujeres durante el evento.
En un escueto, pero impactante texto publicado en su Facebook, Jackmaster reconoce que tuvo que dar un paso atrás, reflexionar y buscar ayuda médica (tanto física como mental) y asesoramiento legal: “sobé e intente besar a varias mujeres durante el festival Love Saves The Day el año pasado. Iba completamente intoxicado, de alcohol y drogas”. Hasta aquí nada nuevo, ya que en agosto del año pasado ya lo había reconocido, también, en su propio Facebook. Dice que asume la “plena responsabilidad” por sus acciones y las consecuencias de lo que sucedió, en particular por esa disculpa inicial que no revelaba exactamente lo que sucedió.
“Si bien muchas personas piensan que utilicé la intoxicación como una excusa, soy el primero en admitir que no hay disculpa alguna para este tipo de comportamiento: asumo toda la responsabilidad de mis malas acciones relacionadas con esta situación y me lo estoy tomando muy seriamente” ha declarado el escocés.
“Algunas personas han estado preguntando dónde he estado, la respuesta es simple: me tomé un período prolongado para reflexionar sobre lo sucedido dada la gravedad de la situación y he tenido que pedir ayuda para restablecer mi salud: tanto mental como física. Ha sido muy importante para mi identificar y comprender cómo y por qué llegué a un estado que me llevó a poner a otros seres humanos, y a mí mismo, en un estado angustioso”.
Jackmaster también ha explicado que se refugió en la música y las drogas para sobrellevar la muerte de su madre cuando era joven. El deterioro de la salud de su padre el año pasado le llevó a volver a recurrir a las drogas, el alcohol y a horarios de trabajo excesivos en lugar de buscar ayuda profesional para lidiar con esta situación.
Para rematar su confesión, Jackmaster explica: “No estoy culpando a las drogas y al alcohol por lo que sucedió, pero me he dado cuenta de ello, di un paso atrás, busqué ayuda para tratar la situación adecuadamente y asegurarme de que nunca vuelva a suceder algo como esto”.
Al escocés le honran sus palabras: “Acepto que no puedo cambiar el pasado, pero en los últimos 12 meses he realizado muchos cambios significativos para cambiar los comportamientos destructivos de mi estilo de vida, y me he tomado el tiempo necesario para comprender cómo mis acciones pueden afectar a otros. Esto no significa significa que ya esté todo solucionado o que tenga una solución rápida, necesito más tiempo para rectificar mi comportamiento, pero es el comienzo de un viaje en el que estoy totalmente comprometido. Espero que esto ayude a tranquilizarme y asumo plenamente mis responsabilidades. Sigo trabajando en ello”.
El atenuante del consumo -o abuso, como el caso que nos ocupa- de drogas y alcohol a espuertas no tiene ningún tipo de cabida a la hora de ampararse en él para justificar el acoso y abuso a varias mujeres. Lo que sí es cierto es que, ejemplos como el de Jackmaster (reconocer la situación, pedir perdón y ponerse en manos de especialistas para solucionar el tema) son un ejemplo a seguir en una sociedad cada vez más concienciada con este tipo de delitos: véase el caso de La Manada en España.