El marido de Kim Kardashian es un tipo peculiar, para lo bueno y para lo malo. Capaz de facturar discos que pasarán a la historia, de revolucionar el negocio de las sneakers e incluso de darle una vuelta de tuerca a la concepción de las misas dominicales, el rapero más famoso del mundo también es capaz de lo peor: apoyar al peligrosísimo Trump e incluso, utilizar su influencia-amistad-relación de negocio con el presidente de EE.UU. para pedirle que interceda ante el gobierno sueco para que suelten a su amigo A$AP Rocky, confinado en una cárcel de Estocolmo aún pendiente de juicio.
West lleva unos meses centrado: ahora ya no se cree Jesucristo, se toma la medicación e incluso es capaz de coordinar a más de cien personas para ofrecer shows-misas. A mediados de 2018, y cuando tenía los primeros brotes psicóticos, West visitó el Instituto de Arquitectura del Sur de California, salió de allí tan engorilado con lo que vió que, a los pocos días anunció que pondría en marcha una nueva división en sus negocios: Yeezy Home, un estudio de arquitectura y diseño urbano “para hacer un mundo mejor”.
Según las imágenes que ha conseguido TMZ parece que el proyecto ya está en marcha. En Calabasas, Los Angeles, una ciudad prefabricada que data de 1991 y donde tienen su mansión el matrimonio Kim Kardashian-Kanye West, se han visto las primeras edificaciones de Yeezy Home. Una especie de iglús de tamaño gigantesco que según el propio Kanye West pretenden revolucionar la industria de la construcción y acabar con la división de clases por culpa de la crisis inmobiliaria por la que pasa Estados Unidos.
Se desconocen muchos de los detalles de estas viviendas que se están erigiendo en California, pero podemos comprobar que tienen unos 15 metros de altura y se están construyendo en unos terrenos que ocupan unas 120 hectáreas. Según TMZ estas construcciones serán viviendas dinámicas y sus proporciones son de otro mundo. El equipo de Yeezy Home, formado por Jalil Peraza, Petra Kustrin, Nejc Skufca y Vadik Marmelado, habría estado investigando en la historia de la arquitectura para conseguir este tipo de estructuras.
No sabemos si Kanye West adaptará finalmente la obra al entorno, si acabará formando una secta y tendrá allí hacinados a siervos y seguidores hasta el día del juicio final (a lo David Koresh) o simplemente quiere ser el nuevo Don Piso. Estaremos atentos a los siguientes pasos del marido de la Kardashian y continuaremos esperando sentados su próximo disco.