Más que ir a degustar tracks a conciencia como de costumbre, y tener el oído fino en cómo se desenvolvían los sets, fuimos a vivir una experiencia con todas las letras. De ahí que esta crónica sea una breve pincelada, intentando estar a la altura del amor que, desde aquel día, profesamos por Metro Dance Club. Porque desde luego, y como reina en su sala principal, el Dancefloor: Metro you have the beat.

Nos ha costado levantar cabeza tras el semejante fiestón de más de 12h que se marcó el Chalet de Vega Baja, más conocido como Metro Dance Club, el pasado 8 de febrero. Sobre todo, teniendo en cuenta que era nuestra primera incursión hacia semejante HOGAR de la electrónica. Y digo hogar con mayúsculas porque el trato, cuidado y mimo que le dan a nuestro amado género musical es envidiable y digno de resaltar.

No solo por la calidad de sus line-ups, los cuales posicionan a la macrodiscoteca de Bigastro como uno de los clubes más en forma de la península, sino por la esencia y personalidad tan característica que guarece desde hace 29 años. La Original Club, el nombre que recibía la fiesta a la que acudimos, bien denota cuan en forma se encuentra el garitazo de Alicante. Lo mejor de todo, es que siguen dando que hablar, porque cuando las cosas se hacen bien, sucede como con el buen vino. Que embriagan y sientan mejor cuantos más años curtidos tienen a su espalda.

Beats para todos los gustos, bailados por todas las edades

Cuando llegamos a las inmediaciones del club, rápidamente quedamos prendados no solo por el tamaño del mismo, sino por la armonía reinante entre el público, el cual es una mezcolanza entre los jóvenes que han empezado a descubrir la electrónica, y los más experimentados que hacen de ella su banda sonora en los findes libres como tregua al duro trabajo de la semana. Un cóctel explosivo, pero puramente pacífico de los chavales más alocados, junto con amantes de una buena fiesta y que buscan pasar un buen rato, aunque no controlen mucho de la materia. Os aseguro que es tan contagioso el buen rollo del local, así como el musicón que degustamos, que ni las camareras podían resistirse a bailar. Todo el staff además, presentaba una sonrisa de oreja a oreja, que denota cuan felices y afortunados son de trabajar en un sitio que vela por el goce musical.

Como era nuestra primera vez, lo primero que hicimos fue ir a descubrir esa magia que ha cautivado a generación tras generación. No tardamos en darnos cuenta de que, con semejante organización y diseño interno, todo ello bajo el amparo del lema Our Home Is Your Home, Metro Dance Club siga al pie del cañón, y que sus –ni más ni menos- que 5 salas hagan las delicias auditivas de todos los allí presentes, que os aseguro, éramos muchos. Porque nadie quiso perderse una fecha tan especial. El llenazo que hicieron fue monumental. Lógico y normal si tenemos en cuenta que acoge varios estilos, dando así la posibilidad de perderse y desinhibirse bailando en una paleta sónica amplia y cuando menos atractiva. Ya os digo, no dejan nada al azar. Hasta el más mínimo detalle está controlado, lo cual es de agradecer.

El motor de una maquinaria pesada y valiosa: los residentes

Aunque trabajan duro por brindar lo mejor de la escena nacional e internacional, algo a resaltar, sin duda, es el apoyo al talento emergente, pero también experimentado que representan sus residentes, y que son un plantel de artistas que demuestran que no hace falta tener un gran nombre que haga eco en la industria, para ofrecer sets de escándalo. De hecho, y no es por desmerecer a los artistazos con una larga carrera a sus espaldas como el team de Pole Group o el capo italiano, pero las actuaciones que más nos gustaron venían de la mano de ellos, de los residentes. Por destacar algunas, la de Nhitto o Marta Reverte, pero también ese maravilloso b2b de Irrregular Live y Carlos Agraz.

Del techno mano a mano de Mulero y Adriana López, al set de infinitos loops de Capriati

Desde luego, hay que dar la enhorabuena al equipo de booking de Metro por aunar lo mejor del techno nacional como es el label de Pole Group, con un b2b de lo más aclamado entre dos figuras distintas, pero que supieron casar de manera orgánica como es Adriana López y el jefazo de Mulero. Al igual que el set más enfocado a que la mente bailase, ya que las piernas iban cediendo, de Tensal. Pero también, y aunque siendo sinceros no sea muy santo de nuestra devoción, las más de 10h que estuvo pinchando el de Caserta (sur de Italia) pues sinceramente, eso no lo hace cualquiera. Sin olvidar que, saben cuánto nos gusta amanecer bailando y dar rienda suelta a nuestras extremidades hasta bien entrado el mediodía.

No es un adiós, sino un hasta muy pronto

Sin duda, volveremos, pues ya lo estamos deseando hacer. Más aun sabiendo las fechas que tienen por delante, aunque es la del 14 de marzo la que más ronda nuestra cabeza. Porque al igual que a nadie le amarga un dulce, marcarse una escapa de la capital, a un paraíso terrenal y mediterráneo como es Metro Dance Club siempre será buena idea.