Algunas partes de Estados Unidos han empezado a volver poco a poco a la normalidad. Una normalidad que también pasa por volver a asistir a conciertos, como ocurrió anoche en Fort Smith (Arkansas), donde tuvo lugar el primer directo en meses, a cargo de Travis McCready, líder de la banda de americana Bishop Gunn. Lo que sucedió ahí nos da una idea aproximada de cómo será el ocio nocturno a corto y medio plazo en España.
Por un lado, la sala, con una capacidad de 1.000 personas, se redujo a poco más de 200, separándolas con lo que llamaron cápsulas de fans. El uso de la mascarilla fue obligatorio tanto para asistentes como para el personal del TempleLive, que además se sometió a una profunda desinfección.
Nada más entrar en la sala, los asistentes fueron sometidos a controles de temperatura corporal, mientras que el personal desinfectó barandillas y baños. En estos, además, precintaron varios orinales para mantener las distancias de seguridad, además de situar hojas con la normativa del local debajo de los botes de gel higiénico. También aprovecharon la situación para vender sus propias mascarillas.
Si el futuro de la música en directo es así, ¿te subes al barco?
