Un estudio reciente sobre el síndrome de insuficiencia respiratoria aguda (ARDS), realizado por los investigadores de la Universidad de Carolina del Sur (Columbia) Amira Mohammed y Mitzi Nagarkatti, demuestra que con el principio activo del cannabis (THC) –lo que coloca– desaparece radicalmente (el 100% de las pruebas efectuadas en ratones fueron satisfactorias).
El estudio, publicado por Frontiers in Pharmacology (y que puedes consultar aquí), consistió en inocular THC a 100 ratones que previamente se habían infectado con la enterotoxina producida por la bacteria Staphylococcus aureus (responsable del síndrome de insuficiencia respiratoria): todos ellos se curaron. Esto hace pensar a los investigadores que el THC también sería útil en complicaciones respiratorias graves derivadas de la COVID-19 ya que tienen un mecanismo similar.
De hecho, un número significativo de enfermos de COVID-19 sufren ARDS (síndrome de insuficiencia respiratoria aguda), por eso los autores del estudio creen que los resultados son tan prometedores que merece la pena iniciar ensayos en humanos.