El cierre de los clubs a raíz de la pandemia ha favorecido a la organización de esta actividad. Los asistentes escuchan la misma música de forma individual a través de sus auriculares. Una tendencia al alza en Barcelona para conectar con uno mismo y exteriorizar algo tan necesario como las emociones. Cada vez más personas se reúnen cada fin de semana en Barcelona desde hace varios meses para bailar en silencio.
Quedan en un espacio abierto y sobre las 12 del mediodía dan al play desde sus auriculares. Todos escuchan la misma música a la vez, pero lo hacen desde sus teléfonos móviles de forma individual. Durante una hora y cuarto los asistentes se mueven según lo que su cuerpo siente en ese instante, conectan con sus emociones y las exteriorizan a través del ritmo de la música.
La única norma es que no se puede hablar. Esta actividad se establece en
Barcelona desde la base del ecstatic dance, una forma de danza en que los
bailarines se dejan llevar de manera deliberada en función del ritmo que
escuchan. Normalmente varían entre la montaña de Montjuich, el espigón de la playa del Poblenou o el Parc de la Ciutadella, espacios al aire libre en los que se puede garantizar la distancia de seguridad sin perder la esencia de este “baile ritual”.
Puedes contactar con ellos aquí.