Los hermanos Martinez, Chris y Steve, llevan vinculados al mundo de la música desde pequeños. Su padre les llevaba cada domingo a misa, donde hacía las veces de multi-instrumentistas en el coro gospel de la parroquia. Allí, en el culto dominical, cogieron el virus del groove. Cultivaron ese virus en casa con la colección de discos de su padre, un puertorriqueño asiduo al Paradise Garage (el mítico club de Nueva York donde oficiaba Larry Levan). De esa mezcla explosiva: sonidos latinos de los 70, música gospel de iglesia y la música disco nació su pasión por la música de baile y en especial de ejercer como oficiantes en la electrónica de baile. La concepción primigenia de un DJ de house era (ahora ya no) muy similar a las misas que se celebraban en las parroquia los domingos: largas, catárticas, con discurso.
Así les descubrió Dennis Ferrer, una de las figuras claves en la historia del house de Nueva York, que les invitó a pinchar en el club Shelter cuando aún no habían ni acabado la secundaria. Ahí, y en sucesivas block parties se encendió la llama. Mezclaban con desparpajo, -y siempre en un ambiente de perpetúa festividad-, house clásico, hip hop y techno contemporáneo (un techno que, por su groove, se acercaba más a patrones tech-house norteaméricanos de la costa oeste que a Detroit o a Europa). De hecho fue Dennis Ferrer el primero en editarles en su sello Objektivity. De ahí (su carrera profesional empezó en 2007) hasta hoy todo ha sido vertiginoso. Del underground neoyorquino para sibaritas a tener una residencia en el DC 10 de Ibiza, ser cabezas de cartel de festivales por todo el mundo, tener su propia discográfica e incluso, protagonizar spots publicitarios para marcas de alta costura. Del Bronx al cielo en menos de lo que canta un gallo.
Es innegable que sus sesiones huelen a verano, a hedonismo, a dejarse llevar en la pista y al disfrute. Seleccionamos cuatro de sus mejores sets para que descubras como se da la bienvenida al verano en el Bronx.
Sets
Dos de las sesiones que definen a la perfección el espíritu Martinez: la primera es la traslación del ambiente housero del DC-10 de Ibiza -con Jamie Jones- a las sesiones de Boiler Room y la segunda es pura épica desde el principio hasta el final -casi espacial- y una de nuestras preferidas: guiños a Michael Jackson (al cual veneran), Space Jam, sonido de Nueva York, bombas en forma de drops que recorren la espina dorsal… Fiesta con mayúsculas.
Cierre de la Miami Music Week en el club Space de Miami en 2019: capaces de mezclar a Armando con Kimara Lovelace, convirtiendo la pista durante más de 15 horas en el mejor after del mundo. De hecho, entre los especialistas en house contemporáneo se dice que son los mejores DJs del mundo para encarar una sesión matinal.
En Italia sienten absoluta devoción por ellos. Califican sus sets como «happy house» o «weed house»: esa sonrisa perpetua y no impostada, ese «buen rollo» ha conquistado el corazón italiano. Happy dope vibes que enamoraron al primero de los italianos en esto de la electrónica de baile: Marco Carola. Como guiño a la parroquía autóctona suenan varios tracks de Roberto Surace y una excelente concatenación del «Overvision» de Marco Faraone y el clásico de Dennis Ferrer «Pimiento rojo».