Pequeña elegía por la muerte de Siglo 21

Llevamos un año aciago, de defunciones notables de personajes de la escena y obituarios de medios de comunicación independientes. A este sumatorio se añade hoy la última emisión por sorpresa de uno de los programas de radio que más ha hecho por la música de vanguardia en nuestro país: Siglo 21, dirigido y presentado habitualmente por Tomás Fernando Flores, actual director de Radio 3.

De momento sólo él sabe porqué ha matado a su propia criatura, la verdad es que me da totalmente igual, sus motivos tendrá, los que sean.

Personalmente el dolor ha sido punzante y profundo. Mi música sonó en su programa en los primeros estertores cuando edité mi primer disco como Hd Substance y casualmente hoy también ha sonado con mi más reciente trabajo en su epílogo.

Su apoyo y cariño hacia mi persona artística ha sido ingente, constante y sincero. Puedo afirmar que después de mi madre y mi abuela, ha sido la persona que mejor ha hablado de mí públicamente y sólo por eso tengo que quererle. Como personaje público ha generado odios y rencores, pero yo soy de devolver lo que me dan y en este momento sólo me sale cariño.

Creo que la música independiente se queda huérfana en las ondas tradicionales, el temido algoritmo avanza en su fagocitación de las músicas más escondidas, nos hacemos viejos inexorablemente, los que teníamos 25 ahora tenemos 50 y el mundo es otro a todos los niveles. Lo que se viene no me gusta nada de nada, supongo que es normal a mi edad. Cada vez me siento menos vivo en este mundo. Además de ser parte del repertorio he sido oyente devoto durante toda la trayectoria del programa, he descubierto mucha y buena música, me he reído a fondo con las tremendas pronunciaciones del inglés que se marcaba Tomás y que sólo él entendía.

Me ha acompañado mientras hacía trabajos de mierda o conducía cientos de kilómetros por carreteras desiertas. En fin, 25 años de relación que llegan a su fin, como cuando pierdes un buen amigo. Como me pasó con Clubbingspain. No me quiero extender mucho en esta mini elegía, ni ponerme muy emocional, que lo estoy. Tan sólo decir gracias por todo el apoyo a mí y a todos mis compañeros, gracias por hacerme cumplir el sueño de escuchar mi música en la radio, gracias Tomás por poner la música que te ha dado la gana, como hacen los disc jockeys de verdad.

Se te echará de menos.