Una inesperada conjunción de talentos se dan cita en una pequeña gran serie recientemente estrenada en HBO Max.
Un título, en principio muy poco llamativo a nivel publicitario, de esos que están llamados a pasar desapercibidos dentro del infame bombardeo de series al que estamos sometidos hoy en día o de los que parece incluso que el algoritmo ignora, pero al que, sin duda alguna, merece la pena dedicar unos minutos de nuestra atención.
Su título es “Somebody Somewhere” y es la última producción de los Hermanos Duplass.
Ejemplo de resistencia creativa dentro del sistema de Hollywood (se atrevieron a decir “No” a una golosísima oferta de Marvel para seguir su camino), los hermanos Duplass, abanderados absolutos del Cine Indie Norteamericano desde hace ya unos cuantos años, trazan un relato de la autenticidad usando a la magnífica Bridget Everett para contar la historia de Sam, una mujer insegura, llena de complejos, tratando de encajar de nuevo socialmente en el regreso a su Kansas natal, a dónde ha vuelto para cuidar a su hermana con cáncer y una vez fallecida esta, ha decidido quedarse porque no tiene nada mejor que hacer.
Es el cuento de superación personal de una peculiar y desencantada “Dorothy” que abandonó Kansas pero por lo que se ve tampoco llegó a encontrar al mago de Oz lejos del hogar.
Con la delicadeza, comicidad y humanidad con la que los Duplass nos tienen acostumbrados y utilizando recuerdos vividos de la propia Bridget hacen la radiografía de un personaje de mediana edad a la deriva que encontrará en lo profundo de Texas un refugio Queer, un oasis para los inadaptados de la América profunda. Una Zona Temporalmente Autónoma en la que se juntan los “raros” para cantar canciones o dar rienda a su creatividad, en definitiva, para vivir a su manera.
Una sociedad secreta comandada por el vitalista Joel, pilar fundamental en la serie, que es encarnado por el simplemente genial Jeff Hiller, que seguramente ha encontrado aquí el papel más destacado de su carrera.
Tanto en la ficción cómo en el mundo real, la unión hace la fuerza y uno de los grandes aciertos de esta serie es contar con la participación de Paul Thureen y Hannah Bos, estupendos guionistas conocidos por su aportación a la magnífica “High Maintenance” (serie que arrancó en 2016, disponible también en HBO de obligado visionado).
“Somebody Somewhere” es un hermoso alegato sobre la importancia de estar vivo.
De encontrar la felicidad sin tener en cuenta el entorno o el lugar donde vivas. De encontrar tu propio camino sin que otros factores como puedan ser la edad, el físico o la orientación sexual de cada uno, sean un impedimento.
En un miserable mundo tan dado al rechazo ser feliz es todo un heroico acto político de resistencia y de eso, básicamente, es de lo que trata lo último de los Duplass.
No se la pierdan, volverán sonreír y durante unos días no dejarán de tararear “Don´t Give Up”, aquel himno eterno que compuso Peter Gabriel y cantó a coro con Kate Bush a mediados de los 80.