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En una cultura sofocantemente retrospectiva como la nuestra, obsesionada con su pasado inmediato, siempre resulta curioso presenciar proyectos que toman un pasado mucho más remoto y aparentemente distante. Ese caso, (que conocemos muy bien en nuestro país por artistas como Tarta Relena o Maria Arnal), es el del polaco Wojciech Rusin, que no sólo está enormemente influenciado por la música coral renacentista, sino por la mitología de Europa del este… Y que trata de actualizar a través de diseños en 3D de instrumentos antiguos o incorporando a tal mejunje producciones de calado electrónico y contemporáneo. Todo lo extravagante que pueda sonar esto, su música y su propuesta lo son. Tanto es así, que el polaco ha fichado por AD93 (antiguo Whities), para lanzar su segundo álbum: “Syphon” (4 de febrero), que es el penúltimo capítulo de un proyecto al que ha llamado la trilogía alquímica.
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El predecesor de este trabajo, “The Funnel”, apareció en Akashic Records en 2019. En él, se combinaba igualmente la música coral con elementos altamente experimentales, grabaciones de campo… Un cacao en ocasiones de lo más interesante. Para la segunda parte de esta trilogía, Rusin ha reducido bastante la diversidad sonora. A una mayoría de temas vocales colaborativos, se unen apenas cuatro cortes más dispersos y basados en ambientes naturales o misteriosos (sonidos inenarrables, pájaros piando…). Es esta noción de hibridación la base misma del LP. Lo mismo suenan unos cánticos medievales que una distorsión motora que deforma sonidos de campo. Lo mismo un laúd que un sintetizador profundo y siniestro.
Por esto mismo, el resultado final de “Syphon” parece algo irregular. En canciones como “After a Feast” podemos sentir toda la potencia emotiva y vanguardista de Rusin, en “Words into Shapes” podemos intuir la acuática y flotante serenidad de unos Visible Cloaks arcaicos… Pero en muchos otros momentos, sobre todo los que el polaco está solo, el disco termina siendo algo disperso o contiene una serie de ideas interesantes demasiado aisladas entre sí. Sin embargo, no podemos decir que este LP sea peor que su predecesor. De hecho, es capaz de concentrarse mejor en torno a las buenas ideas que comparte con él. La cuestión es entonces si para la tercera ración, esas mismas virtudes se verán por fin potenciadas definitivamente.