La pregunta puede parecer tonta: no hay que investigar mucho para ver que algunos artistas viven de lo que hacen y de hecho, algunos muy bien. Pero la realidad dice que la gran mayoría de los artistas no se pueden permitir ese privilegio. Podríamos ser simplistas y decir que aquellos que se ganan la vida con lo que hacen son los profesionales, quienes se lo merecen, y el resto son los amateurs. O podríamos establecer que ambos son profesionales del mismo nivel artístico o de compromiso y algunos viven de ello y otros no.
Un artista techno puede ser creador musical, dj o ambas cosas. A veces dirige su propio sello y a veces edita su trabajo en sellos de otros. Todos empiezan de alguna manera y en estos principios entran también varias variables: inversión en tiempo, inversión en equipo, perfeccionamiento técnico, aprendizaje, destreza…
Todo muy similar a cualquier otra disciplina, por ejemplo, el fútbol o el tenis. Muchos comienzan su carrera y tan sólo algunos llegan a un circuito digamos “profesional” o especializado, es ley de vida y no debería asombrar a nadie. Podemos entrar a discutir si es justo o no, si hay amateurs con más calidad técnica que profesionales, si el fútbol auténtico se reduce a las categorías inferiores, si se cobra demasiado para lo que se hace en las ligas superiores… Pero lo que vamos a intentar en este artículo es dar algo de luz sobre el funcionamiento del mercado artístico, sobre todo en las clases medias altas y bajas. Porque a lo mejor, como en el caso del reciente editorial sobre los sellos, nos llevamos alguna sorpresa.
Artistas y mercado discográfico
Si ya has pasado tu etapa de aprendiz y estás satisfecho de tus creaciones musicales, el primer paso lógico será hacer que estas lleguen al gran público vía editorial o vía promocional. En el primer caso, tu objetivo inicial son los sellos discográficos y para ellos necesitas una demo con tu obra. Si eres una persona con mucha ilusión y crees firmemente en la calidad de tu trabajo, se te puede ocurrir mandar tus temas a sellos grandes que respetas para intentar formar parte de su selecto club de artistas. Esta opción tiene muy pocas posibilidades de éxito, de hecho, es más una lotería que otra cosa; pero siempre puede sonar la flauta.
Si formas parte de una escena local y te mueves en ella, lo más posible es que conozcas a otras personas que tienen sus sellos modestos, digitales o físicos y que intentes editar en ellos. Aquí el proceso de selección tiene más posibilidades de éxito. También puedes tratar de crear tu propio sello, pero si quieres entrar en el mercado profesional deberás primero conseguir que alguna distribuidora confíe en tu trabajo y eso, saliendo de la nada es bastante complicado. Existe también la opción de autoeditarte vía Bandcamp, si lo que quieres es vender algo… O vía Netlabel si lo que quieres es ganar cierta visibilidad gratuita.
Pongámonos en diversos escenarios acordes a lo dicho anteriormente:
Supongamos que le mandas tu demo a un sello grande y hay suerte y editas con ´3l, ¿qué ganas con esto? En primer lugar, visibilidad. El trabajo de estos sellos está mejor reflejado en los medios y llega a más dj’s de primera línea, porque suelen trabajar con agencias de promoción potentes y experimentadas. En cuanto al dinero, se supone que si editas en un sello grande firmarás un contrato en el que estas contingencias se especifican. Lo más normal es que un 50% de los beneficios finales sean para el artista; más lo que te corresponda en derechos de autor si has estado fino y has registrado tu obra. Sin embargo, conforme está el mercado discográfico, no esperes pingües ni excesos en ganancias.
Posiblemente el hecho de editar en un sello grande te lleve a editar en otros sellos de similar categoría y así puedas entrar en un círculo que también seguramente te proporcione contactos y actuaciones. Pero, Dejemos lo de las actuaciones para más adelante. Cuando editas con sellos medianos o pequeños también ganas visibilidad, aunque la onda expansiva no llega tan lejos. Algunos sellos se gastan el dinero en agencias de promoción potentes y otros no tienen más remedio que utilizar opciones low cost.
Los dj ‘s, digamos, de primera fila, acceden a la música a través de agencias de promoción que les envían la música de manera gratuita a cambio de un “feedback”. Ese “feedback” sirve para que las tiendas posicionen su productos mejor en el mercado de diversas formas. De cara al artista sirve sobre todo para la autoestima, explicamos: si tu primer trabajo recibe buenos feedbacks de artistas contrastados esto resulta motivante. Lo que ocurre en realidad es que no es fácil para un sello pequeño acceder a los contactos directos de los dj’s de primer orden y a su vez estos dj’s no abren todos los emails que les llegan con promos, fiándose de sus agencias de cabecera, que suelen ser las más grandes y seguras. Por tanto, la posibilidad de que tu música llegue a las manos correctas por esta vía es… Por lo menos complicada.
Es decir, si editas en un sello de pequeño tamaño y éste no tiene un servicio de promoción decente, tu trabajo quedará flotando en el limbo y nadie se dará cuenta de que estás ahí, por supuesto ni pienses en euros, porque, aunque hayas firmado un contrato por el 50% de los beneficios finales, seguramente te salga a pagar. De este modo, a lo mejor no te interesa editar en cualquier sitio ni cualquier cosa.
En el caso de que hayas decidido emprender por tu cuenta, en primer lugar, lo que ganas es independencia creativa: no tienes que pasar ningún casting a ese nivel. Pero sí que has de pasar el casting de las distribuidoras para poder vender tu producto y esto puede llegar a ser frustrante. En el hipotético caso de pasar ese corte, tendrás que hacer que tu música llegue a los medios y dj ‘s correctos a través de las anteriormente mencionadas agencias de promoción, con la inversión colateral, de esto dependerá la visibilidad y las ventas. Este es un proceso lento y parsimonioso, no es en absoluto inmediato.
Si decides que de momento no vas a jugar en el mercado de las distribuidoras y optas por Bandcamp, aquí también has de hacer que el trabajo llegue a medios y profesionales con la agencia de promoción correspondiente o tu propia base de datos. Por último, con la opción netlabel, pones a disposición gratuita tu trabajo en tu web y envías a tus contactos a la misma para que descarguen la música y la ejecuten y reproduzcan sin coste alguno. Esto te da una visibilidad fácil, pero que también necesitaría de promoción, el aspecto económico claro está… En este caso es nulo. En todas las opciones anteriormente expuestas, los ingresos no serán ni mucho menos suficientes como para vivir de la música que haces. Si eres sólo productor no se puede vivir de la música que edites, al menos a corto o medio plazo. Pasamos al otro lado de las cosas, las actuaciones, ya sean en vivo como en formato dj. ¿Cómo se entra en el circuito? ¿Cuánto se gana? ¿Cómo funciona el mercado?
Artistas y mercado de club
Antes de entrar en este jardín dejemos claros varios puntos:
- No todos los productores son buenos dj’s y viceversa.
- No todos los dj ‘s producen su propia música.
- Se puede ser un excelente dj sin hacer música y se pueden hacer ambas cosas de manera totalmente competente.
- Muchos dj’s se ven forzados a entrar en el mundo de la producción obligados por la necesidad de visibilidad que proveen los releases. Algunos de ellos no tienen las capacidades necesarias y optan por utilizar productores fantasmas (ghostwritters), eso daría para otro artículo entero.
Si sólo eres dj, ¿Cómo consigues trabajar en los clubes? Volvemos al mundo de las demos: puedes grabarte tus sesiones, subirlas a tu soundcloud o plataformas similares, enviar los links a los promotores y tener la suerte de que escuchen y les cuadre tu propuesta… Que es, de nuevo, una lotería en la ecuación. Es muy difícil que pinches en un gran club por este procedimiento, al menos a corto o medio plazo.
Si haces tu propia música, ya has editado algunas referencias y empiezas a ser visible al menos en las maletas de los dj ‘s de éxito, es posible que los residentes de los clubes estén al tanto de tu música y, a través de estos, los promotores también. Editar música ayuda, pero no abre las puertas a los clubes de manera automática. Al igual que para entrar en las tiendas los sellos deben contar con una distribuidora, los artistas se ofrecen a los clubes de primer nivel desde las agencias de contratación. Los clubes a su vez suelen trabajar con determinadas agencias y no suelen hacer caso a las propuestas personales de los productores, a no ser que sean por recomendación de terceros. Estamos hablando en este caso, claro, de grandes clubes. existe por supuesto también una escena local, que contrata artistas locales y es ajena a estos procedimientos; funcionando a través de pequeñas promotoras que hacen sus fiestas o los colectivos que organizan sus eventos propios. Si trabajas en este ecosistema, a lo mejor puedes hacer con mucha suerte 4 bolos al mes de 100€ por supuesto en negro, con los que puedes pagar algunas facturas o vivir muy al límite.
En el supuesto caso de éxito de haber sacado varios releases con repercusión, o que tus sets de dj hayan tenido éxito por el motivo que sea, es posible que una agencia de contratación te contacte y te ofrezca sus servicios incluyéndote en su lista de artistas. Hay dos tipos de agencias de contratación, aquellas que ofrecen su producto a los clubes con constancia y aquellas que esperan simplemente a recibir la llamada de los clubes. Si la que te ha tocado es de las primeras, es posible que trabajes algo, si es de las segundas: lo tienes crudo.
En el caso de que sigas teniendo suerte de otro modo y comiences a trabajar, seguramente no lo hagas con la constancia necesaria como para ingresar lo suficiente y lo tienes igualmente complicado para vivir de la música a través de las actuaciones. Un artista medianamente novel no suele cobrar más de 1000€ por actuación, ni de 500€… y esto formando parte de una agencia. Si vas por libre la cuesta se pone mucho más empinada.
Como cabe esperar, tendrás que ‘hacer la mili’ en la escena local durante largo tiempo, ir acumulando méritos, consiguiendo galones… Y de ahí pasar a coger trenes a otras ciudades y luego aviones a otros países. No es cosa de dos días ni mucho menos y si tienes prisa acabarás abandonando. Regresando al símil futbolístico: aquellos que están en las ligas mayores no sólo pueden vivir de esto, pueden forrarse con esto, pero son unos pocos. Y está bien soñar e incluso pensar en la idea de a lo mejor llegar, pero lo más seguro es ponerse en el No de salida, trabajar duro y a su vez buscarse un empleo alternativo.
Con las facturas pagadas, la creatividad suele ir más fluida, y la independencia creativa que te da no tener que comer de tu arte te puede evitar ser un pez de esos que solo nada a favor de corriente para poder llevarse algo a la boca. Así pues, nuestra conclusión sobre de la pregunta planteada en el título del artículo, es que NO se puede vivir de tu música en estos momentos si no eres un genio único, o un tipo con muchísima suerte y con los contactos precisos.
Este mundo es una carrera de fondo, sobre todo si quieres llegar al objetivo, pero a lo mejor no necesitas llegar a ningún lugar concreto y simplemente creas solo por el gusto de crear y lo demás llega si tiene que hacerlo. Como siempre, no es oro todo lo que reluce y “la cosa está malita” como diría nuestro patrono San Chiquito. De nuevo, la pelota está en nuestro tejado si queremos como oyentes, consumidores y creadores, que la escena se refresque y los nuevos talentos y aquellos que todavía tienen algo interesante que decir tengan su espacio en los escenarios y en las colecciones musicales del personal. Hagamos por apoyar la escena de clubes locales, los pequeños promotores, los colectivos. No vayamos sólo a ver a los grandes nombres: confiemos en los residentes, busquemos cosas nuevas y comuniquémoslas, hagámoslas relevantes.