Shackleton: Una atávica visión del futuro

Tailored Communication
Sam Shackleton

El británico Sam Shackleton comenzó a ganar notoriedad entre 2005 y 2008, años en los que fundó y dirigió junto con Appleblim el sello Skull Disco y en los que empezaría una carrera ambigua y extraña con uno de los estilos más idiosincrásicos y profundos del panorama actual. Durante estos tres años, Shackleton lanzaría sus primeros singles en dicho sello, mientras colaboraba con otros artistas y enriquecía la escena dubstep y la reputación externa de su ciudad natal, Lancashire.

Fue después de aquello, cuando el productor inglés se mudó a Berlín, cuando empezó el potente y ya inevitable desarrollo de su proyecto musical personal. Pero no nos podemos resistir a destacar y referenciar aquel proceso inicial, el que para muchos sigue siendo a día de hoy paradigma del dubstep de los 2000, y que tiene, entre sus pináculos principales, el EP de 2006, “Soundboy’s Nuts Nuts Get Ground Up Proper”.

La primera fase de la discografía de Shackleton vendría marcada por una ristra de 12” y 7” colaborativos y no sería hasta el 2009, cuando ya residía en Berlín, que el productor se decidiría a lanzar su primer LP. Como título de colección, aquel trabajo llevaba por nombre “The Three EPs” y fue publicado en Perlon. En este disco ya se podía percibir perfectamente la transición hacia un sonido más ancestral, espiritualizado y abstracto que el productor iba trabajar durante la década pasada. Percusiones tribales, samples con declaraciones trascendentales, instrumentos muy poco convencionales… “The Three EPs” es un disco poco amistoso con el oyente, pero que puede producir una experiencia sensorial de lo más intensa y memorable.

Shackleton · Artist Profile
Shackleton

A este primer LP en Perlon le seguiría, en 2010, la fundación de su propio sello: Woe To The Septic Heart! Esta segunda aventura discográfica de Shackleton, esta vez en solitario, le serviría como plataforma para la mayoría de sus propios lanzamientos en los 10s. Aprovechando el fandom generado en Inglaterra y su nueva posición en Alemania, el productor comenzó a mostrar ese extraordinario viraje hacia un dub atávico, ambiguo y psíquico, con unos recursos y un sonido inusitados hasta entonces. Creó, lo que se dice pronto y mal, un estilo propio, pero compuesto de unas referencias tan familiarmente atemporales, que sonaba del todo impersonal.

Pero la otra gran marca en su recorrido llegaría algo antes, en 2012, con otro de sus más celebrados y afamados trabajos, “Music For The Quiet Hour/ The Drawbar Organ EP”. En él, ya podemos empezar a utilizar aquel término que tanto gusta la gente de emplear cuando se trata de la música de Shackleton y es que su estructura es rizomática. Canciones de quince, veinte minutos, con paisajes psicodélicos, complejos y abrumadores, buscan más una experiencia espiritual, que una meramente sonora. Sus estructuras son impredecibles y nuevos estímulos emergen de cualquier punto o foco sonoro, exigiendo una escucha atenta y en ocasiones complicada; pero enormemente retributiva.

Esa es la manera en la que también podemos describir su álbum más reciente, “Departing Like Rivers” de 2021, que su pone la otra gran huella de su discografía.

Tampoco podemos dar la espalda al proyecto colaborativo que Shackleton realizó estos últimos años junto a Heather Leigh, Takumi Motokawa, y Raphael Meinhart como Tunes Of Negation, pero sin duda tenemos que centrarnos ya en su faceta como selector. En este aspecto es inevitable referenciar su mix para Fabric, el “Fabric 55”, que marcó mejor que ninguna otra referencia discográfica el contraste entre lo que Shackleton era capaz de hacer en el estudio y su potencial dubstep y sobrecogedor para la pista de baile. Cerca incluso del techno, este mix contiene decenas de versiones preparadas exclusivamente para él y un mood indescriptible; entre un rito antiguo y una distopía dionisíaca contemporánea.

De esa misma época (2010) destacaríamos el mix para Electronic Explorations. Compuesto exclusivamente de música propia, la mezcla demuestra la capacidad evocativa y variada de Shackleton, que en aquel momento pasaba de ser un nombre importante pero en ocasiones escondido en el panorama dubstep, a convertirse en referencia primordial de su estilo. Tan reverberadas y potentes son las percusiones aquí, que en ocasiones podemos sentirnos cerca de un Jungle desastrado o de un Drum&Bass pasado por un filtro industrial y reproducido en una sala demasiado inmensa. Sam Shackleton también nos mostraba esa herencia extraña que parecen compartir las distintas músicas electrónicas, antes de la formación de la música popular en general; en un momento ahistórico.

Por citar también debidamente el trabajo que hemos apuntado como Tunes of Negation, os dejamos un mix que preparó para Bleep también hace un par de años. Entre el drone y la música contemplativa, el primer mix de Shackleton en casi una década mezclaba principalmente canciones de su propio repertorio de un ritmo tranquilo y denso; pero no por ello de menor intensidad. Con él demuestra que no hace falta cambiar especialmente para expresar más cosas, pero sobre todo, que hay muchas cosas que decir en aquello que concebimos como viejo, y que pueden ser dichas de formas muy estimulantes y contemporáneas.

Shackleton estará presentando su último disco, “Departing Like Rivers” en Mutek Barcelona la semana que viene. Puedes comprar tus entradas y consultar el resto de la programación aquí.