En el mundo de los breaks y derivados encuentro siempre el refresco que necesitan mis oídos y cerebro cuando llevo ingiriendo techno y repetición por mucho tiempo. Recientemente he tenido el gusto de recuperar los envíos de una de las agencias de promoción que mejor trabajan el asunto, la belga nomorewords y en el último pack de promos he recibido este disco del que voy a dar cuenta a continuación.
Toma Kami regresa a Livity Sound -sello creado por Peverelist- con un tercer EP experimental y provocativo. Al frente de su propio sello Man Band, el productor francés continúa explorando un estilo híbrido que favorece los ritmos fracturados, los samples rebuscados y la psicodelia ocasional.
El tema que da nombre al EP, “Amapicante” se compone casi en su totalidad de diversas capas percusivas, excelentemente programadas y con gran complejidad sonora, constantemente mutadas y efectadas para mantener la atención del bailante. Las congas y detalles orgánicos se combinan con los componentes más eléctricos de manera magistral.
“Zone Bruma” comienza poniendo a prueba el aguante del subwoofer con un subgrave abrumador hasta que ritmos orgánicos van haciendo aparición dosificadamente conforme avanzan los compases. El ritmo se completa pronto con un bombo redondo y roto que pone consistencia y deja las cosas en su sitio. La sensación es de ralentización aunque el juego con los dobles tempos puede dar lugar a sensaciones encontradas. Mención especial para el sample vocal que recorre el tema de forma ocasional. Definitivamente música de otro planeta.
“Later to the Bone” es el tercero de los cortes, también con frecuencias bajas, breaks muy creativos y samples vocales bien administrados como
receta sonora. A mitad de arreglo los breaks se retuercen y distorsionan en una suerte de homenaje a los Autechre más clásicos. Excelentísimo.
“Mzecal” es el epílogo de este maravilloso y sorprendente vinilo: de nuevo jugando con la rítmica de forma super creativa e inteligente acompañado todo ello de un diseño de sonido de competición.
Un viaje exquisito por los ritmos complejos y elaborados que demuestra una vez más que hay vida después del 4/4: a ver si en este país nos enteramos ya de que esto también se puede bailar sin que la gente salga al exterior a fumar en masa.