La carrera de Sergio Moreira, aunque no demasiado larga, ha estado plagada de grandes momentos. El productor español, que sacaba su primera referencia discográfica no hace ni una década, ha sabido moverse a la manera de los grandes DJs, generando su propio sello Slow Life, junto a otros compañeros nada más comenzar y creando desde sus mismos orígenes un sonido con muchísimo carácter y una curiosidad inacabable. Ya en 2013, su primer EP para Slow Life, “We All Are Fra!” resultó un auténtico pelotazo. Su sonido de house profundo con una producción y un diseño sonoros impresionantes para un debutante. Los pianos flotantes y kicks puros, escondidos y tímidos, eran impropios de un estilo algo más artificioso, pero demostraban desde el principio un nivel extraordinario.
Sería tan solo un año después, en 2014, cuando dos lanzamientos suyos más en Slow Life le sirvieron para establecerse definitivamente como uno de los nombres más originales del panorama underground. Se trata, cómo no, de “Fuck The Clock” (con tracks tan hipnóticos como “M.I.A”) y de “Changing Habits, Breaking Rhythms”. La primera de estas dos referencias fue significativa porque combinaba de manera extraordinaria la fineza y la curiosidad de Moreira con toques musicales más clásicos como teclados, un suntuoso saxo o simplemente percusiones con sonoridades muy analógicas. La segunda lo fue porque ya marcaba un camino con toques más ácidos, psicodélicos e irreverentes: pero ambas coincidían en una mayor utilización de breaks, que empezaron a ser una seña de identidad del productor.
Después de un 2015 en el que Moreira se atrevió a mezclar esos breaks y sonidos ácidos con elementos propios del dub, comenzó una época marcada por las colaboraciones con otros productores. Junto con su trabajo como Ethereal Logic junto a Indi Zone (dos LPs), el español colaboró con Xinner, Saverio Celestri o Refracted entre otros. Pero su trabajo más destacable de los últimos años, es sin duda su primer LP, que lanzó en 2019 -cómo no- en Slow Life y que lleva por nombre “It All Comes Back To Patterns”. Como si de una suerte de sintetización de todos esos estilos que había ido desarrollando de forma heterodoxa se tratase, el disco combina una cantidad de ideas enormes a través de breaks atractivos y divertidos que lo mismo se dejan guiar por un teclado de R&B que se enzarzan en un sintetizador más ácido o se encabalgan con un beat techno.
Como selector, S. Moreira tiene un pie en el presente y otro en los sonidos que le han influenciado. El soul, el hip hop o el funk se pueden escuchar perfectamente en sus sets, muestrario de sofisticación y de comedimiento. El suyo en el MUDD show es un buen ejemplo de ello: tranquilo y sereno, la sesión cambia permanentemente de estilo, pero el contraste es mínimo: una suerte de lección sobre la similitud entre múltiples géneros musicales.
Pero donde el productor brilla de forma deslumbrante es en sus live sets. Su combinación imparable de breaks, house y sonidos de aquí y allá; pads que vienen y van; crujidos ácidos; melodías sencillas en loop… Es intachable. La Boiler Room que hizo hace unos años en Girona en un escenario inmejorable (y que aparece mal tipificada como DJ set) resulta esclarecedora. Una delicia para el cuerpo y los oídos, cuesta pensar en productores en solitario nacionales capaces de proponer un directo como este en la actualidad. Una experiencia sonora hipnótica.
S. Moreira es el invitado de este viernes al evento que organizan conjuntamente Sigh y Trama en el club Cadavra. Estará, para más señas, haciendo un live en The Hole donde antes harán una sesión Cesc y otra Betamax. En The Lounge, serán Pablo Ruizgalan y Guillermo M Ferrando los encargados de servir el house en vinilo. Tienes toda la info y tickets aquí.