El 15 de abril de este año llegaba el nuevo trabajo de Axel Boman en su sello, Studio Barnhus (creado junto con Kornél Kovacs y Petter Nordkvist). Dicho doble LP, que llevaba por nombre “Luz/Quest For Fire” era en verdad el fruto de una labor prolongada, de más de cinco años, en la que el productor sueco se dedicó a experimentar y desarrollar ideas sin un rumbo fijo, algo muy característico de nuestro tiempo, hasta que la urgencia de una conclusión fue inaplazable. Con la colaboración de otros dos artistas -Erik Lavesson en la parte conceptual y textual y Robin Ekermark en la ilustración- en gran parte del proceso creativo, el álbum dual se convirtió en un trabajo a seis manos que igualmente contiene múltiples formas de leerse, escucharse e interpretarse en función de cómo se consuma. Esta concepción antinatural del consumo, ha dejado una resaca o un poso que se ha prolongado durante meses en nuestra cabeza y aprovechando la visita del Boman a Madrid para tocar en el Festival Paraiso, quisimos hacerle unas preguntas por videollamada sobre cómo han ido las cosas desde entonces y cómo ve el proceso en perspectiva. Sus respuestas se refieren a temas como la creatividad, la concentración, la psicodelia o la muerte y no tienen desperdicio.
¿Eso es Studio Barnhus?
Sí que lo es, mira. Estoy en la cueva (panea con la cámara para que podamos verlo, un espacio cilíndrico y enladrillado, como una bodega.
¿Qué tal va la promoción de los dos álbumes? ¿Estás contento con la recepción que está teniendo y todo lo que está pasando?
Sí estoy muy muy contento con todo lo que está pasando. Estoy muy aliviado, en realidad, por la cantidad de emociones que he invertido en este proyecto y siento que ha merecido la pena. Ha sido recibido bastante bien y ha tenido unas cuantas buenas críticas, también amigos que tengo o gente con la que tengo buena relación y mantengo el contacto, todos mis amigos y familia lo han disfrutado. Así que estoy bastante satisfecho, en realidad.
¿Y cuál fue el feedback que más valoras de lo que la gente te dijo?
Mmm… Alguna gente hizo conexiones inusuales que incluso yo podría haber intuido pero que no había hecho y pensé “Bien, alguien realmente se ha tomado su tiempo para sumergirse profundamente e implicarse en vez de ir click, click click, esto está bien y el resto está mal”. Así que eso fue estupendo, la gente aprecia que esto es una cosa grande, o como mayor… Y yo en cualquier caso estaba un poco preocupado porque: ¿Cómo consumes música hoy en día? Nos hemos convertido en una especie de consumidor que ha tomado el control y no sé, no escucha álbumes y todo tiene que ser nuevo y todo el contenido tiene que estar bum, bum bum, bum brillando intermitentemente… Así que me he llevado una grata sorpresa por que la gente, en medio de esta extraña cultura del consumidor, también haya decidido hacer cosas como “Venga, me voy a parar aquí un poco, o allá otro poco”.
Creo que eso es muy interesante porque, ya lo dijiste en la nota de prensa y demás pero, [El disco] tiene tantas capas, que te puedes implicar a distintos niveles. Con el contenido visual, los textos, el concepto… Y eso le da muchos modos de interpretarlo. Para mí esto es muy extraño, pero es algo que sucede con frecuencia actualmente y es que tú, por ejemplo, propones un modo de consumirlo en el vinilo, porque tienes los dos LPs; pero por ejemplo en Spotify están ambos discos separados y eso me impresiona, a veces no sabría cómo abordar algo así y sin embargo tiene sentido esa variación.
Sí, creo que desde el principio estaba pensando en dos álbumes separados también. Y entonces, cuanto más lo pensaba, más sentido tenía y más bonito era… Sí creo que la mejor versión es el álbum, el vinilo. Ahí es donde todo se une y ahí pensé: “uf vale, no estaba esperando para nada esto, pero puede ser que se entienda así y que ahora tenga una narrativa adecuada”.
Leí a alguien, no sé si en una reseña o en una entrevista, decir que no era un álbum doble sino un álbum dual, por la dualidad y el contraste que hacían un LP con respecto del otro y esa era la cuestión principal. Eso también tenía mucho sentido para mí, porque se trata de cómo hablan, cómo “Luz” se comunica con “Quest For Fire” y viceversa. Y creo que es interesante, no es un álbum doble, es un álbum dual.
Me voy a quedar con esto, (risas) porque es la primera vez que lo escucho, pero es genial.
También tiene mucho sentido porque la producción es tan similar, algunas partes rememoran otras. Creo que no son antagónicos del todo, que simplemente son… ¿Complementarios? Y quería preguntarte qué puedes contarme sobre el proceso de concepción y de composición, pero en el sentido de, ¿cómo decidiste qué canciones iban a qué álbum? Porque no son el mismo mood, pero son similares en los instrumentos, la producción y demás.
Fue un proceso largo el decidir estas cosas, pero al final encontré un modo de averiguar cómo hacerlo y mantener uno de los álbumes, digamos… Digamos que uno de los discos es tus ojos abiertos y el otro son tus ojos cerrados. Eso no significa que tengas que estar soñando en uno de ellos, pero podría ser como un modo más introspectivo de interpretarlo. El otro es más un camino con la vista despejada, más maravilloso. Pero fue un proceso largo porque pasó mucho tiempo en el que el diseñador y yo estuvimos trabajando en el mismo proyecto pero en direcciones diferentes, nos íbamos separando progresivamente el uno del otro. Y yo estaba simplemente trabajando en tantas cosas y él haciendo tantas otras que al final fue como “¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo nos estamos comunicando?” Así que entonces fue cuando incluimos a un tercer… Vamos a llamarlo miembro de la banda, porque siempre pienso que trabajar con artistas, incluso aunque sea visual, es como ser miembros de una banda, dado que afecta a la música, y odio cuando traes a un artista al final del proceso y le sueltas: “aquí está el álbum, ahora, ilústralo”. No creo en eso, creo que cuando se trabaja en conjunto, cuando se desarrolla todo simultáneamente, tiene más valor y puedes utilizar algo de esa información, puedes encontrar ideas en ello, ideas musicales para que coexistan con el arte.
Así que Erik [Lavesson] llegó y empezó a decirnos “wow wow wow wow, creo que estáis trabajando con esto y esto otro y aquello” y empezó a mandarnos cosas, a enseñarnos películas y empezó a ayudarnos a contextualizar el mundo que estábamos creando. Entonces empezamos a hablar de esta idea completa…. En realidad yo ya tenía muchas dudas sobre esto que hemos comentado de cómo sacar un disco. Estoy en un sello independiente, no necesito complacer a nadie, no necesito sacar un primer single, un segundo single, un tercer single y entonces la nota de prensa, lo otro y aquello… No tengo que hacer ninguna de esas mierdas. Me las he ingeniado para seguir vivo en este mundo haciendo algo en lo que creo y pienso “ok, quiero joder esa narrativa desde el principio, voy a sacar tres de una, a hacer que sea imposible digerirlo, quiero ver qué pasa, quiero experimentar…” Pero al final, comenzamos a ver que el visual y la historia empezaban a tener sentido. El proceso de Robin [Ekemark] es una locura, empezó a utilizar pintura de spray y después fuego, fotografía; más tarde escaneó todo y entonces teníamos… Tanto material físico en relación con ello que tuve que decir, “Vale, ¿qué es lo que quieres tú, Robin? ¿Cómo crees que debería digerirse esto?” Y él empezó a ver que los dos álbumes hablaban entre ellos… Así que sí, eso es un poco como fuimos sacándolo. Entonces poco a poco, conforme vimos lo que estaba pasando, empezamos a pensar, vale esta pieza debería estar aquí o aquella allá, ¿qué pasaría si pusiéramos esta aquí? ¿O si intercambiásemos estas dos? Y entonces… Sí, eso fue más o menos el proceso. Muy orgánico, intuitivo, todo el proceso.
Estabas preocupado, porque ibas a irte un tiempo a los Estados Unidos, ¿creo que tu esposa es de allí?
Sí, eso es.
Querías tener todo hecho antes de ir allí, porque pensabas que una vez en ese lugar, en Los Ángeles no tendrías el tiempo o la disposición para trabajar. Pero más tarde leí en una entrevista que te estabas planteando mudarte a LA y quería preguntarte si no te preocupa un poco esto de cara a cómo Studio Barnhus funcionará si tú estás allí, Kornél (kovacs) en el otro lado del mundo… Porque es algo que también he escuchado que te inquietaba, que estuvieseis separados geográficamente ya es complicado trabajar juntos y definir una dirección. Quería saber si sigues pensando en mudarte y si te inquieta.
Sí, prácticamente de forma definitiva nos vamos a Los Angeles. Tenemos una hija, todavía es pequeña y puede ir donde quiera, por lo que deberíamos sacar partido de la situación y pasar tiempo con la familia de mi mujer. Ahora estamos de vuelta en Suecia porque hay mucho que hacer con el álbum y podemos quedarnos aquí mientras… Al menos durante el verano y hasta que llega el resto del año, que entonces quieres dejar Suecia de todos modos (risas) así que… Es una buena idea marcharse allí. En cuanto a lo de preocuparse por Studio Barnhus: siempre es un desastre. No importa dónde estemos. Nunca estamos en el mismo sitio. Nadie está aquí nunca, pero todos estamos aquí de vez en cuando. Esta es mi habitación, a propósito, detrás está la habitación de Petter [Nordkvist] y en la otra es donde Kornél comparte espacio con la mánager del sello, Masha [Khosnood]. Él está con su novia en Berlín, lleva tiempo viviendo allí, llevo cuatro semanas sin verlo, Petter tiene un calendario distinto, a veces está aquí de noche así que… Lo que siempre hemos hecho, también cuando estaba en Los Ángeles, es reunirnos cada miércoles, dado que yo seguía disponible. Creo que podemos hacer que funcione y sí, tal vez tenga que empezar a verme a mí mismo como un corresponsal de periodismo desde el otro lado del mundo. Puedo ser los ojos y los oídos de lo que pasa a ras de suelo en LA.
Igual eso hasta ayuda...
Claro, en realidad tenemos tantos proyectos entre manos que necesitan atención constante de todos modos, necesitamos seguir y que esas cosas continúen rodando, así que… A veces simplemente nos vamos unos días, dejamos de contestar a correos y dejamos las cosas ir… Pero tenemos que ser más serios sobre estas mierdas. Tenemos también que ser buenos con los artistas con los que trabajamos, de forma muy cercana, como por ejemplo Bella Boo. Estamos trabajando ahora con su siguiente material y cómo y dónde hacerlo, eso es supergratificante para mí y es una parte que realmente disfruto. Ahora que esto (el disco) ha terminado y todo se ha relajado un poco, me puedo concentrar más en el sello. Es algo que me interesa.
Iba a preguntarte más tarde acerca de la concentración, porque creo que es algo que está presente en ambos álbumes, la cuestión de concentrarse en algunas ideas y darles un sentido conjunto. Pero antes de nada quería preguntarte si te es fácil concentrarte hoy en día, teniendo una familia, teniendo que viajar mucho y si la familia es inspiradora, si es problemática en ocasiones, o abrumadora… No sé, quería preguntarte sobre cómo es ser músico y tener una familia.
Sí… Ha pasado algo más de un año y al principio fue de algún modo… Traumático (risas) No estaba preparado para lo difícil que iba a ser. Para el poco tiempo que tienes, cómo gestionarlo, cómo ayudarse el uno al otro… Entonces fue un poco duro, pero entonces me di cuenta de que estaba empezando a apreciar, a pesar de tener mucho menos, el tiempo que tenía y comencé a concentrarme más. También sigo pensando demasiado en cuestiones triviales, pero ahora es como “¿Oh, este conflicto? No es mi problema, tendrás que apañártelas tú”. Me he convertido en alguien más pragmático en el estudio, eso seguro, para terminar las cosas. Pero sobre todo, más que nada, he aprendido que, si no podía terminar este proyecto cuando tenía todo el tiempo del mundo, porque había muchas veces que iba al estudio y me decía a mí mismo “no estoy inspirado, voy a tomarme una cerveza”, si no podía terminarlo entonces, cuando hacía eso, ¿cómo demonios voy a terminarlo ahora? Así que tenía que demostrarme a mí mismo que podía hacerlo ahora, ahora soy invencible, ahora puedo hacer cualquier cosa. Es como un examen para mí, una prueba. Tal vez ahora post-album esté un poco en una hybris, como si pudiera hacer cualquier cosa… Pero en el fondo, así es la vida, la gente ha tenido hijos durante, cuánto ¿Cientos de años? (risas)
Lo que realmente me preocupaba era ser algo así como un padre ausente. Como que… No quiero mencionar ningún nombre pero cuando miro al plan de gira de algunos colegas pienso, “jesús, tienes un hijo de verdad? ¿Y dónde andas?” De nuevo, tal vez lo que están haciendo les va a hacer tan ricos en el futuro que les vendrá bien. Pero también sentí que es fácil caer en este loop de hacer actuaciones, va bien, lo haces cada semana y ba ba ba te gusta, te metes en este grupo (colectivo)… Y es una victoria este estilo de vida, es disfrutón, sientes que siempre estás recibiendo validación, “ven aquí, no ven aquí…. blu blu blu” y bebes y haces otras cosas… Y bueno, ahora no toco tanto como solía. Me siento tan estropeado cuando lo hago que no puedo. Incluso si mi mujer me dijera “ve y toca cada fin de semana, seguiría sin poder hacerlo, me sentiría… Creo que esa es la cosa de convertirse en padre, hagas lo que hagas, otra cosa está penetrando: “estoy en el estudio, vale no estoy siendo padre. Estoy con el bebé, no estoy haciendo música; estoy bebiéndome una cerveza, no estoy con mi familia”. El equilibrio es algo complicado.
Eso es curioso precisamente por cómo salieron los dos discos: como una forma de equilibrio entre algo.
Sí, tal vez haya una proyección subconsciente.
Es algo que podría pensarse hasta cierto punto escuchándolo. Quería preguntarte entonces, si la familia, o la gente, o tener a tu alrededor a gente por la que sientes amor y cariño, te ayuda a terminar cosas. Porque creo que esa es una idea importante que está por todas partes en el disco: la idea de que tú y cualquier persona, necesita de dar sentido a la vida, a la música o lo que sea, para lograr pasar a través de las cosas y superarlas, completarlas.
Absolutamente. Estoy muy solo todo el tiempo. Me gustaría estar en una banda a veces. Después sé que odiaría tener que negociarlo todo, la gente se molesta y esas cosas… Pero son muy solitarias todas estas horas aquí y casi me vuelvo loco haciendo este disco, porque estaba tan tan cansado, no podía dormir nunca; cuando estaba terminando el disco el bebé se desmadraba cada dos horas… Entonces cada vez que llegaba al estudio simplemente me doblaba. Así que pensé “¿cómo voy a estar despierto?” Sé que hay muchos tipos de drogas para hacer que no duermas, pero todas me joden un poco el cerebro, excepto los psicodélicos… Y empecé a microdosearme al llegar al estudio, con pequeños pedazos de papel y así al menos tenía algo de concentración y podía avanzar. Pero en cuanto me pasaba un poco estaba bastante ido y era casi…
El equilibrio, claro.
Eso es. Recuerdo estar al borde de la cordura, estaba mirando hacia el abismo, aguantando a duras penas y tan cansado, sin ningún descanso y simplemente siguiendo, tratando de terminar las cosas a tiempo… Pero fue un método sorprendentemente efectivo para mí, para tratar con ello. Ahora tengo tiempo para volver a la misma zona de la vida.
Realmente para mí son dos álbumes muy psicodélicos, dan una sensación un poco paranoica y confusa constantemente y me recuerdan mucho a ese tipo de experiencias… Y quería preguntarte si tú te has sentido así en los cinco años que creo que has estado componiéndolos, si sientes que este álbum representa lo fácil que es sentirse confuso en nuestros días en el mundo y en nuestra experiencia como individuos.
Sí. Creo que no es tanto un comentario sobre el mundo, tal vez lo sea en un nivel que todavía no he comprendido y quizás necesito más tiempo para ver lo que realmente es o en lo que se ha convertido, pero… Sí, creo que refleja una especie de cambio o transformación en el discurso, o el despertar de una fuente. Es también una forma de mostrar el groove para mí, de un modo personal. De demostrar que me atrevo a ir por este camino, en este sentido, que me atrevo a ser esta persona, a ser yo mismo… Creo que es algo que no es fácil escuchar en este disco pero de lo que me siento muy orgulloso. No lo hice, no traté de hacerlo. No traté de hacer canciones que fuesen superfáciles de poner para DJs en el club, o algo por el estilo. Que el disco es más, que tengo que investigar esto, tengo que seguir este camino por el que mi creatividad me lleva, tengo que desafiarme y dejarme llevar, desafiarme a hacer esas cosas para ver dónde termina. Y creo que por eso también era un poco aterrador sacarlo, me he puesto a mí mismo aquí y… ¿A dónde voy desde aquí? No tengo ni idea, por lo que sí, tal vez también un despertar espiritual, una nueva forma de conciencia.
Eso es “LUZ”, la iluminación.
Sí, pero también profunda, interior, más… El descubrir tu propia mortalidad, pero también aceptar tu muerte, o el miedo a morir, o la futilidad de la vida moderna.
Yo siento que “Quest For Fire”, -ambos pero pero este principalmente- tiene este sentimiento vulnerable, porque es más fácil perderse en él que en “Luz”. Y creo que también está toda esta cosa tribal de la película de “Quest For Fire” y el álbum está representando un sentimiento de edad de piedra pero en nuestros días, porque nos sentimos como sin el fuego. No perdidos, pero un poco abrumados por una situación que no podemos controlar y creo que eso también tiene una relación con la mortalidad.
Realmente espero que descubramos un agujero negro cerca de la tierra o algo, a través del que podamos ver una galaxia distinta, en algún lugar, para tener esa imagen como contrapunto al mundo de hoy en día. Eso sería lo mejor, creo que resolvería muchos problemas. Podríamos dirgir a ello nuestro estúpido tráfago mundial, y decir “oh mierda hay algo más”. Una vez mi padre llegó a casa. Siempre llevaba gafas, empezó a tener que hacerlo cuando se hizo mayor, pero un día no las llevaba. Y yo le dije: “¿Qué has hecho, por qué ya no necesitas gafas?” y él me dijo: “Axel, todo lo que necesitaba era contrapunto”. Yo estaba tan sorprendido, le pregunté “¿Estás seguro de que funciona?” y él me aseguró que sí -evidentemente no lo hacía- pero me encantó ese ataque a la vida, él en plan “no, las tiré” y me gustaba la idea; sigo pensando en ella, eso es buen material.
Creo que el disco tiene también ese contraste, ese sentido del humor. No es como “divertido”, pero puedes sentir que hay cierto… ¿Absurdismo, a través de él?
Sí.
Y quería preguntarte, porque no tuve acceso al vinilo en su momento, si podrías hablarme del texto sobre el director que hace un remake de la película (“Quest for Fire”).
Claro (va a buscar una copia, la abre y nos la enseña). Este es el verdadero texto que está en las copias, y lo puedes tener como un libreto. Estuvimos pensando en hacer una lectura en un bar, aquí, mientras yo tocaba la 303, o algo por el estilo. Sí, él [Lavesson] es un artista, un autor, y también una especie de crítico de arte, que escribió esta especie de diario ficcional de la película “Quest for fire”, así que básicamente, aquí también hay mucho sentido del humor, te ríes mucho cuando lees, hay mucho absurdismo pero también… Es como un remake contemporáneo, tiene lugar en la contemporaneidad, no en los setenta tardíos o en los ochenta. Y funciona como un modo de enlazar el arco un poco más, porque para mi disco anterior, también hicimos una especie de texto que estaba impreso en la portada del trabajo. Pero lo que hicimos mal entonces es que sólo podías conseguirlo comprando el disco, así que ahora, puedes comprar esto por muy poco dinero, como cinco o seis euros y viene con el poster (lo abre y nos lo sigue enseñando). Aquí están partes del lenguaje que inventó para esa película Anthony Burgess.
Y ahora que vas a volver a presentar el disco en directo, cómo te sientes acerca de coger aviones, ir a ciudades distintas, de arriba para abajo… ¿No te molesta poder sentirte confuso como cuando componías el álbum pero no en un sentido inspirador?
Mmm… No. Creo que actuar es parte de mi naturaleza también y lo disfruto. Pero, es un poco un plan nuevo, siendo sincero, no he aterrizado del todo aún en este mundo nuevo que la post-pandemia. Sigo algo conmocionado con lo que ha pasado y tratando de comprender en quién me he convertido después de todo y lo que necesito hacer, pero por eso estoy muy contento de tocar en vivo. La idea de trabajar algo ahí en directo, darle forma, por supuesto con mucha progresión pero algo que sea en el momento y que sea representativo del disco, aunque también de mi discografía. Deconstruirlo y recomponerlo en el aire, que es lo que estoy tratando de hacer y me parece lo más gratificante que he hecho con respecto a mi creatividad en mucho tiempo. Subirse al avión, lo sé, es una mierda, es que lo es, no me gusta y nunca me ha gustado, pero está bien, lo haces y después puedes experimentar y tener estos momentos de conexión y honrar esto en lo que has estado trabajando. Pero el Axel post-pandémico es mega-agradecido y mega-generoso. Agradecido y generoso es mi nueva filosofía,
Disfrutaremos del directo de Axel Boman el próximo sábado 25 de junio en Paraiso (Madrid). Tienes toda la info del festival aquí.