2022 ha sido el año en el que se ha recogido la cosecha creativa de los días
inciertos de los dos años anteriore,s que a parte de producir mucho daño en la saluden general han sido prolijos en tiempo libre obligatorio y en consecuencia creativo.
En la mayoría de los textos que acompañan a los discos que recibo viene de algún modo la expresión creado durante el confinamiento… y este trabajo es uno más de ellos. Lo recibo desde una de las agencias de promoción más finas de entre aquellas que me proveen y han vuelto a dar en el clavo.
El disco viene firmado por un tal RDS, del que no se encuentra apenas información en internet a excepción de su obra pura y dura. El trabajo viene administrado en formato vinilo con tres cortes por cada cara, comenzando con “Call 01“, house tecnoide con toques dub, es decir lo que a principio de los tiempos se denominó techno house. Me recuerda a gente como Schatrax o John Tejada o los primeros trabajos del sello francés F Communications. Frío y profundo al tiempo, con una factura sónica impecable.
“Emspacer” comienza con congas y percusiones orgánicas que pronto se
acompañan de una 909 veloz y acordes líquidos con sabor a house tradicional. “RDS Theme” arranca con sonidos de Rhodes y un ritmo roto muy eléctrico sazonado con bajos analógicos y vocoders naif. Deep electro podía ser una etiqueta adecuada.
“Substance” abre la cara b con percusiones sintéticas y sonidos de mar artificial. La calma abstracta pronto se rompe con un beat marcial y ocasionales samples vocales en el que es hasta ahora el más pistero de los temas.
“Trapswet” viene a continuación en una receta muy similar a lo escuchado en la cara A, percusiones orgánicas, 909 y colchones sintéticos voladores.
Clausuramos la escucha con “Cwejfx“, pequeño detalle IDM ambiental de apenas dos minutos, sintético y burbujeante ideal para ser utilizado como introducción. recuerdos a Aphex Twin inmediatos.
Disco atemporal, profundo y clásico que combina con todos los géneros puros, véase electro, house y techno.
