Esta señora siberiana de buen ver ha sido pasto de los trolls recientemente, por el mero hecho de ser rusa y no pronunciarse al respecto de la invasión de Ucrania de la manera políticamente correcta, es más ha sido linchada por el hecho de NO pronunciarse, con eso basta en esto tiempos de corrección edulcorada en los que vivimos. Esta neutralidad le ha supuesto que su sello sea desterrado de la distribuidora en la que se encontraba alojado y seguramente ha repercutido en su agenda de actuaciones, ya que no la veo en los carteles tanto como en otras temporadas. Hoy día no vale ni tener la boca cerrada para que te pase la apisonadora del linchamiento global, una pena.
Debe ser que esto le está doliendo y ha querido dejar una píldora a los señores de su ex distribuidora con esta joya que se están perdiendo en forma de remixes de primerísimo orden y alto octanaje nada menos que de la mano de:
El británico deconstruye el tema original en un rollo muy melódico y épico que me retrotrae a los días glorioso del sonido Border Community, épico, brillante y alegre, ideal para amaneceres en islas hedonistas, el trabajo que hace con el vocal original es simplemente fantástico. Pop electrónico delicatessen.
Desde Detroit, Moodyman llena de alma su remix, rodeando los vocales originales de retazos mecánicos y experimentación sin abandonar la profundidad del house más underground. Los vocales desaparecen rápidamente de la ecuación en favor de un beat robótico y desordenado con pequeños detalles de guitarra sampleada y super procesada. Las cuerdas que aparecen a medio metraje ya valen la pena por todo el disco. Brutalísimo rework.
No nos movemos de la ciudad del motor con la remezcla del siempre intrigante Terrence Dixon, que convierte los vocales en alienígenas y reduce la parte musical al máximo, llevándosela al espacio exterior como sólo él sabe.
Continuamos en el midwest americano, desde Chicago,esta vez bajo la batuta del hombre de las rastas como serpientes, su tratamiento quizá sea el más atrevido de todos, con una especie de tecnificación desordenada y caótica que roza lo experimental. Los vocales se han procesado de tal manera que son irreconocible y el resultado final no es fácil en absoluto para el escuchante profano. Ésta es para los más valientes.
Por su parte, el emperador del Nu Disco lleva su versión a las discotecas más finolis con ese groove old school y esos riffs de sinte italoides veraniegos. Junto la de Four Tet huele a hit desde Pernambuco.
Se completa el pack con la revisión de Praecox, del que no he podido encontrar una foto decente y que aporta la rebanada de pista directa del pack en una clave muy aproximado a lo que suele pinchar Nina en sus sets de últimamente, rápido de tempo, con sabor a trance e hipnosis.
Como guinda final una versión instrumental cocinada por la propia Kraviz.
Este viernes podrás escuchar y hacerte con una copia del disco aquí.