“Pillow Talk” seguramente consolidará el estatus de Tink como visionaria en su campo. Con este álbum destaca su estilo único de R&B con influencias del hip hop y cuenta con algunos de los artistas jóvenes más prometedores de la música actual.
Trinity Laure’Ale Home (1995), más conocida como Tink, es una rapera, cantante y compositora de Chicago que saltó a la fama con el sencillo “Treat Me Like Somebody” y por la colaboración con Jeremih “Don’t Tell Nobody”. Desde entonces, Tink no ha parado de lanzar música, hasta siete mixtapes, una de ellas llegó a aparecer entre los mejores 10 álbumes de R&B de Rolling Stone y Billboard. Tink sigue creando en la cima de su juego, y parece que podría mostrar muy pocos signos de desaceleración a corto plazo.
Hace unos días lanzaba su tercer trabajo de estudio “Pillow Talk” a través de Empire, un disco de 16 cortes que cuenta con las colaboraciones de artistas como Russ, G Herbo, Fabolous, Toosii, 2 Chainz, Layton Greene y Muni Long.
El disco ha sido producido en colaboración con el productor Hitmaka con el que ya creó “Heat Of The Moment”.
Con una clara influencia del R&B de los 90 y los 2000, muy relacionada con el sonido de Aaliyah, Lauryn Hill o Da Brat, Tink nos presenta un collage de piezas suaves y emocionantes.
El empoderamiento femenino, el movimiento Black Lives Matter, el amor o la angustia son algunos de los temas habituales de Tink. Moviéndose entre el R&B más sensual, el pop y el hip hop, nos muestra un disco lleno de ritmos pegajosos y melodías suaves como la seda, entrecortadas con interludios vocales. En él observamos múltiples referencias a la starsystem musical de los 90 y los 2000: samples de 702 (“Get It Toguether”), Brandy y Monica (“The Boy is Mine”) o Destiny’s Child (“Cater 2 U”).
En “Switch” podemos apreciar la calidad vocal de Tink sobre los adlibs y las cuerdas de guitarra. Otra de las canciones que más llaman la atención es “Opposite” o “Throwback” que demuestran la importancia de la unión de cantante y productor una vez más.
Tink no pretende reinventar nada relacionado con el sonido R&B sino darle la vuelta, como hizo Solange con el funk y el rap o Frank Ocean con el R&B alternativo. Uno de sus rasgos más comunes es su voluntad de hablar de feminismo, presente en casi todos sus temas, así como su apuesta por hacer música más allá de la estética.
Podemos decir sin dudar que “Pillow Talk” es el mejor álbum que Tink ha publicado hasta ahora. Los sonidos son menos genéricos, las intenciones más definidas y las colaboraciones aún más atrevidas. Este nuevo lanzamiento parece que por fin le está dando una sensación de libertad, al igual que ha ocurrido con otros cantantes de R&B que, en sus últimos lanzamientos, suenan más liberados que nunca. Puede que estemos ante un disco ineludible, y veremos si no es necesario volver a él en el futuro.
Con este nuevo disco, Tink nos demuestra por qué sigue llamando la atención de todo el mundo: una artista que se reinventa constantemente y alcanza nuevas cotas.