Ricardo Gómez ofrece en “Bicis Drogas Oficinas” un ensayo-diario autobiográfico e iconoclasta en clave de humor de la relación del propio autor con la música, el ciclismo, la política y el mundo laboral.
Ricardo Gómez es un gallego, vasco de adopción y trabajador en la industria del metal. Sindicalista no liberado -importante este punto- y devoto del pop a tiempo completo. Le conocemospor haber militado en bandas como Anímese Martínez, Elurretan, Nahidance y los seminales Ciclos Iturgaiz. En 2016 publica «Gooolpe de vista» (Autoediciones Ciclos Iturgaiz), en 2018 «El fin justifica los miedos» (Autoediciones Ciclos Iturgaiz), en 2020 «Los crímenes de la Vuelta 83» (Editorial Antipersona), y ahora en 2022 «Bicis drogas oficinas» (Editorial Libros.com).
Ricardo ofrece en “Bicis Drogas Oficinas” un ensayo-diario autobiográfico e iconoclasta en clave de humor de la relación del propio autor con la música, el ciclismo, la política y el mundo laboral. El libro está prologado por la periodista y escritora Naiara Puertas.
“Bicis Drogas Oficinas” surge durante el confinamiento de 2020, en principio como una sincera reflexión personal sobre el tóxico mundo laboral donde el autor no se corta a la hora de dar las gracias a la pandemia por el advenimiento del teletrabajo. Además, diecisiete años como sindicalista (sindicalista quemado, titula a uno de los capítulos) es una mina de abundante material literario que no se debe desperdiciar.
No ha sido casualidad que la prologuista de este trabajo haya sido Naiara Puertas, autora del referencial ensayo “Al menos tienes trabajo”. Pero sin duda, la pasión de Ricardo por la bicicleta o por la práctica del ciclismo, al que considera su estudio itinerante, es el leitmotiv de esta obra tan personal y diferente de sus tres novelas negras anteriores. También hay espacio para la música y lo que supuso para Ricardo Ciclos Iturgaiz como catalizador y salto a la escritura. O la política, con alguna confesión sobre su militancia histórica que sorprenderá al lector/a no gallego/a. Y cómo no, las anécdotas más irreverentes vividas durante los tiempos del plomo.
Y qué más da escribir sobre política, fábricas, sindicalismo, pop, ETA, cicloturismo, porque Ricardo no podrá huir, ni, aunque lo pretenda, de su retranca, de su mala leche y de su humor negro. “Rezuma mala hostia por los cuatro costados, no te lo podemos publicar”, le respondieron en una editorial antes de lanzarse con Libros.com.
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