Bonobo: Fragmentos de una obra que se va consumando

Desglosamos el “Fragments”, -y la manera de hacer de Bonobo-, antes de sus shows, la semana que viene en España.

Cuando en el año 2000 Simon Green lanzó su LP debut, “Animal Magic”, convirtiéndose en uno de los precursores de la nueva ola de downtempo en el Reino Unido, nadie podía adivinar el éxito que, a base de insistencia y buen hacer iba a alcanzar su carrera. Nominado a varios grammys, con un éxito internacional rotundo, Bonobo, se mudó recientemente a Los Ángeles, donde su estilo tomó, si cabe, un sonido todavía más rotundo y maduro. Allí, finalizó su nuevo trabajo, un “Fragments”, que dentro de ser esa especie de colección de pequeñas instantáneas sonoras, tiene una coherencia interna y un poso emotivo enormes.

En “Fragments” (Ninja Tune, 2022), Bonobo sigue diversificando su paleta sonora, buscando nuevos colores y texturas dentro de un mundo musical expandido. Capaz de seguir referenciando al R&B con Jamila Woods pero de sonar -todavía- más bailable, de adquirir tonalidades ácidas (“Counterpart”) y de seguir planteando escenarios selváticos y ambientales… El nuevo disco de Green encuentra un productor que se ha convertido en algo más que un simple creador de beats en el dormitorio de su habitación; que compone y trabaja como un músico experimentado y que sabe compensar y equilibrar su mezcla al nivel de las mejores producciones de música popular.

Fragments” es un disco lleno de colaboraciones (no sólo vocales) que demuestran en lo que ha llegado a convertirse el proyecto de Bonobo: en algo parecido a una banda. Explicamos esto: no sólo Simon Green gira ahora en formato banda, sino que se puede apreciar claramente cómo se ha especializado en el uso de múltiples instrumentos, con los que trabaja durante el disco. Caja de ritmos, sintetizadores convencionales… Pero también guitarras y bajos con los que producir hermosos riffs y loops o incluso sintetizadores modulares con los que seguir explorando nuevos límites para su música. Durante esta expansión de repertorio, Bonobo es igualmente capaz de lanzar temas de lo más bailables y espectaculares. Canciones como “Closer” o “Age of Phase” nos muestran a un músico capaz de incluir todo tipo de sutilezas, en una línea de house exótico y casi psicodélico como podría ser Four Tet.

En directo entonces, “Fragments” se vuelve efectivamente una propuesta hermosa y amplia. Bonobo trabaja con una banda, con algunos de los vocalistas del propio álbum, e incluso se centra en ocasiones en tocar el bajo y dejar espacio al lucimiento del resto de músicos. Como si de una hibridación se tratase, en sus directos interactúan el jazz y el house, el R&B y el downtempo… Con un atrayente e íntimo acompañamiento de vientos, que demuestra la versatilidad del álbum y de su propio creador. Para los que conocemos la carrera de Green desde hace un tiempo, este movimiento no resulta sorprendente, sino que de hecho parece completamente natural.

Mientras los fragmentos de su trabajo convergen y divergen en torno a ideas y formas, su propuesta se vuelve cada vez más universal e  intercambiable, un proyecto que muestra las avenencias entre la música popular y la electrónica, entre la experimentación y el suave consuelo de la música ambiental. Sin renunciar a sí mismo pero sobre todo sin renunciar al presente, Bonobo sigue cambiando y puliendo su camino; siempre hacia adelante.

Bonobo estará presentando su nuevo álbum la próxima semana, los días 6 y 7 de diciembre en Madrid y Barcelona respectivamente. Tienes toda la info y entradas aquí.