El ahora dúo británico Depeche Mode mantiene su pulso creativo en su nuevo álbum “Memento Mori”, un trabajo impecable a todos los niveles.
Tengo claro que la crítica de este disco debería hacerla mi padre o alguien por encima de los 50 para hablar con propiedad del mismo. Tengo también claro que Depeche Mode se me queda muy grande en comparación con el resto de revisiones que hago para esta página, pero aquí estoy llorando de alegría unas 50 veces después de escuchar el álbum Memento Mori completo.
Si, he dedicado absolutamente todas las horas de escucha de este fin de semana a fagocitar esta obra maestra e implantarla directamente en algún lugar de mi cerebro maltratado. Depeche Mode es una de esas cosas que marcan tu vida una vez que los metes en ella. Me pasa que las letras de esta gente me hablan directamente, parece que Martin Gore conoce mi vida y las cosas que me ocurren en sus letras. La música igualmente me llena de una forma que no lo hace nadie, la voz de David Gahan cada vez me aporta más matices y más expresividad y el trabajo de los productores del álbum ha conseguido una vez más mantener el espíritu de riesgo que siempre ha tenido la parte musical de sus trabajos.
Depeche Mode sigue siendo un grupo de riesgo, que se la juega en lo musical copiándose a sí mismos pero con gusto. El disco comienza con My Cosmos is Mine, una especie de balada de blues industrial en la que la voz de Martin es lo más relevante, aunque sólo haga los coros. David aporta el punto de melancolía necesario y la base musical quizá sea el ejercicio más rugoso de todo el álbum, sonando a los mejores momentos del grupo como Stripped o I want you now de hace ya varias décadas.
Wagging Tonge es el segundo tema, mi favoritismo, comienza con un arpegio calcado del Europe Endless de Kraftwerk y cuando Gahan irrumpe sobre él todo se convierte en gloria bendita, más aún cuando la voz de Martin se superpone y la rítmica minimalista pone todo en contexto. La letra es sublime, Depeche puro, el estribillo se te clava en la mente al instante, el break melódico es perfecto para ser degustado en directo con David girando sobre sí mismo agarrado al palo del micrófono. Escucho el tema en mi salón y parece que los estoy viendo en el escenario. Sin duda se sumará a la lista de clásicos del grupo este pedazo de tema. Watch another angel die …
Ghosts Again ya la tenía interiorizada desde que se presentó como single de adelanto y en esta escucha me parece que la llevo escuchando toda la vida, glorioso riff de guitarra, vocales emocionantes, letra de infarto … Depeche Mode en su máxima expresión. Quizá el tema más pop de todo el disco.
Don’t say you Love nos enseña la cara sureña del grupo, la más americana en lo musical, otra balada con regusto blues en la que la voz de Dave enseña sus mejores matices y técnica. Si me dices que el tema pertenece a un disco de ellos de hace 30 años en la época del SOFAD o el Violator lo firmo. El momento orquestal te pone los pelos de punta de pies a cabeza.
My favourite Stranger suena a himno de directo desde el primer compás, pop electrónico de academia, de nuevo letra perfecta y estribillo que se marca a fuego, el trabajo con las guitarras y las atmósferas es especialmente notable aquí.
Soul with me es el típico tema en el que Martin se luce como vocalista, su voz es un masaje auditivo de primer orden y está directamente conectado con mi lagrimal. Emoción pura y de nuevo estribillo majestuoso.
Caroline ‘s Monkey es a la voz de Gahan lo que la anterior a la de Martin, perfecta combinación de sintetizadores y alma vocal, letra de 10, producción impoluta, no sé, ya no me quedan piropos a estas alturas. Fixing is better than healing … Gloriosa frase.
Before we Drown, otro jeringazo directo a mis venas, cada nota, cada letra, cada percusión, una vez más el estribillo, de nuevo los coros de Martin, cada segundo es gloria. Voy a por más kleenex amigas.
People are Good recupera la rugosidad del tema que abre el disco y lo combina con armonías kraftwerkianas en lo musical. Muy rockera en el fondo y muy electrónica en la forma, una combinación que la banda domina con los ojos cerrados. Heaven help me … Heaven help us …
Always You, típico tema de álbum, muy parecido en el sentimiento a clásicos de la banda como Precious. Mención especial a los vocales de Dave que aquí lo bordan. It ‘s always you … si algo pasa no echas la culpa a otros, siempre eres tú.
Never let me go, casi al final del disco, otro de los pelotazos que durarán para siempre guitarras a lo Cure, vocales pegadizos automáticos, otra letra directa para mí y el sonido Depeche más puro en la producción. Otra vez los veo sobre el escenario partiéndola.
Por último, cierro este valle de lágrimas y emoción con Speak to Me, ya sólo las cuerdas del comienzo me huelen a funeral, me llenan de sensibilidad, la voz susurrante me rodea en un surround 360, la letra se me clava de nuevo en el corazón, Speak me in a language that I can understand …
En fin, doy gracias al universo porque esta banda siga existiendo y sumo este disco a lo mejor del grupo junto a Black Celebration o Violator. Amor eterno para Depeche Mode.