La música de Wolf se inspira en el simbolismo y en los fenómenos conceptuales y naturales, incluidos los sueños, los reflejos, la memoria y el tiempo.
Leo Wolf es un músico y artista de Charlotte, Carolina del Norte. Usando varias técnicas de síntesis, muestreo, bucle y grabaciones de campo, crea paisajes sonoros de textura cálida, a menudo pertenecientes a los géneros experimental/ambient/drone. Su arma preferida para grabaciones y presentaciones en vivo es un sintetizador modular eurorack.
Leo se inspira en el simbolismo y en los fenómenos conceptuales y naturales, incluidos los sueños, los reflejos, la memoria y el tiempo. El laberinto es un símbolo recurrente y una fuente de inspiración, ya que representa la naturaleza cíclica de la existencia y los paralelismos entre el mundo físico y el metafísico. La “búsqueda de portales” es una frase que utiliza Leo para describir la búsqueda de estas conexiones entre el exterior y el interior, como una forma de ver o sentir más allá del velo de nuestra percepción y comprensión.
“En la cima de una montaña; una meseta amplia y cubierta de hierba, rodeada de aire libre. Nubes espesas flotando en lo alto. Cerca del borde, túnicas rojas y blancas que fluyen. Se vuelven, pero su rostro es borroso. Palabras amortiguadas flotan en el aire, indescifrables. De madera paneles golpeando contra el acantilado, unidos por bisagras; cintas rojas ondeando. Intrincados patrones están tallados en la madera. Trazo los caminos con la punta de mis dedos, como si caminara por un laberinto. Solo, escuchando el viento“, dice Leo Wolf.
Shapeshifter es un estudio del subconsciente. En su concepción, el disco se inspiró en sueños que fueron registrados en un diario entre 2013-2020, y plasmados en sonido. Cada sonido en Shapeshifter se realizó a través de muestras de discos de vinilo, películas y grabaciones de campo. Las muestras se procesaron utilizando sintetizadores granulares, bucles, retardo y reverberación, transformándolos en drones texturales con muchos efectos que cambian y se desarrollan gradualmente. Tanto en la forma como en el sentimiento, el álbum es, en cierto sentido, un reflejo de un estado de ensueño.
