Cachito Turulo: Crísper en el hi hat (Humo Internacional)

Todo en “Crísper en el hi hat” es caos y es baile. La música de Cachito Turulo invita por igual al desenfreno hedonista y a prenderle fuego a la ciudad.

Cachito Turulo es Ernesto Avelino, mitad de los ya legendarios Fasenuova. El mierense recorrió con su dúo electrónico los escenarios de media Europa, convirtiéndose en referente internacional de sonido industrial y la EBM. Su nueva evolución artística, anticipada en “Omayomi”, despliega un sonido futurista y sórdido, heredero del footwork y del drill y emparentado con los sonidos electrónicos más vanguardistas. Energía festiva y salvaje, historias callejeras y nocturnidad desplegadas a través de ritmos frenéticos y sintetizadores abrasivos. Su colaboración con Somos la Herencia en el remix de “Parque de Atenas” evidencia simultáneamente la vigencia de su propuesta y la profunda huella que ha dejado en artistas contemporáneos. Cachito Turulo es, al fin y al cabo, la última reencarnación de un artista de culto que lleva el signo del presente en el tuétano de su proyecto.

Todo en “Crísper en el hi hat” es caos y es baile. La música de Cachito Turulo invita por igual al desenfreno hedonista y a prenderle fuego a la ciudad, a montarse en un mecha y desaparecer en la noche, a fusionar carne y máquina en un ente arrollador. En un momento en el que la música urbana agoniza de éxito y autocomplacencia, este veterano del futuro nos enseña un camino nuevo, salvaje y desafiante. Cachito Turulo quiebra los mimbres del hip hop industrial, coge un ritmo de reggaetón y lo retuerce hasta dejarlo irreconocible, capturando la energía de su arrollador e impredecible directo en un EP redondo.

Cuatro canciones mutantes, perturbadoras como un cómic de Junji Ito o una película de Tsukamoto y al mismo tiempo adictivas y necesarias. Urgentes como el mejor punk, como ese “Amorens” con el que abre y que tiene visos de hit duradero. Salvajes como ese “Ta cortao” en el que Cachito Turulo se erige como un predicador del glitch, como un personaje multifacético e impredecible. Experimentales como “6de6”, la particular ars poética del nuevo artefacto de Ernesto Avelino, de pulsación dub y fraseo quebradizo. Redondas como “Omayomi”, la única canción que conocíamos hasta la fecha y una declaración de intenciones en toda regla: síncopa y tensión, futurismo y delirio post-digital yendo de la mano.

Ernesto Avelino ha estado bien acompañado a lo largo del camino que le ha llevado a ser Cachito Turulo. Junto a él han estado Gonso y Willy de Somos la Herencia ayudando a dar forma a un proyecto libérrimo, ejerciendo de nexo intergeneracional y de productores (no tan) en la sombra. También Alex Gatos, al mando técnico de las grabaciones, mano derecha a la hora de capturar esa energía de concierto salvaje inherente a las canciones del EP.