Esta serie nos recuerda que no existe un amor tan incondicional como el de una madre. Personalmente me ha traído de vuelta a la mía…, aunque ya hace muchos muchos años desde que aquellos ojos azules tan inmensos como el océano se apagaron definitivamente. Siempre caminarás conmigo, Rosario.
De todas las cosas que sé que nunca seré en la vida, hay alguna de ellas de la que estoy seguro al 100% que nunca alcanzaré. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia…, seré madre. Y de eso es de lo que trata la serie española “El Hijo Zurdo”, de ser madre y de lo jodido que es ver como el adorable niño que llevaste en tu vientre durante 9 meses y por el que te esforzaste sin descanso durante su infancia para protegerle, de pronto se convierta en un pedazo de mierda desconsiderado, en un monstruo violento capaz de hacerte sufrir aún más que durante el parto. Esta serie de pocos capítulos y de corta duración, trata de ponernos en el papel de una madre que se niega a tirar la toalla y que encuentra en el amor incondicional hacia su hijo el motivo para seguir adelante y para dejar de lado todos sus problemas emocionales.
La trama
“El Hijo Zurdo”es una adaptación libre para televisión de la novela de Rosario Izquierdo, una historia que trata de mostrarnos la vida de una mujer que ve cómo su hijo se ha escapado totalmente a su control. Esta madre, interpretada magistralmente por María León, ya tiene bastante con lo que tiene, depresión, un inminente divorcio y problemas existenciales que intenta superar agarrada a una botella. Cuando la policía le llama informando que su hijo se ha metido en problemas acude a comisaría y allí se da cuenta no solo de la gravedad del asunto en sí, sobre todo se da cuenta que la deriva que está tomando su amado hijo le puede llevar a una situación muy complicada. A partir de entonces intenta revertir el problema aplicando una receta basada en primer lugar en sanarse a sí misma, en comprender que vive en una burbuja de privilegio que no le va a ayudar a resolver esta situación y sobre todo en suministrar toneladas de amor a un chaval que pide desesperadamente ayuda aunque actúe con soberbia y crueldad.
Una serie con un enfoque realista
“El Hijo Zurdo” no se anda con gilipolleces ni pretende edulcorar la historia. Al contrario, va al meollo de la cuestión administrando perfectamente tanto los silencios como los diálogos, que en ocasiones son verdaderas puñaladas que te dejan en shock. La serie va al grano y no utiliza rodeos innecesarios para crear un contexto más amable al espectador. Sentimientos como desesperación, culpa, incertidumbre, vergüenza, ira, rabia, se muestran sin aditamentos, sin aderezos que traten de hacerte sentir mejor. Además refleja perfectamente dos mundos opuestos, el de la gente con pasta y el de la trabajadora humilde, saltando orgánicamente del chalet con piscina a la barriada de bloques.
No es una serie de nazis
Siento pincharos el globo a aquellos que al ver el tráiler penséis que la temática nazi es una parte importante de esta serie. No se trata de una de esas historias en las que la madre intenta alejar a su hijo de una ideología repugnante y donde te explican los motivos de la radicalización de un chaval. Este producto no va de eso. El comportamiento fascista del adolescente es simplemente un disfraz. Porque en realidad, como pasa con la mayoría, estos chavales no tienen ni idea de lo que es el nazismo, simplemente están confundidos y son tan gilipollas que abrazan una estética y un comportamiento con el que dar rienda suelta a su frustración y a su sentimiento de inferioridad. Para esta madre que su hijo sea nazi es lo de menos, lo importante para ella es que lo está perdiendo y que puede que nunca lo recupere.
María León se sale
María León está de diez en esta serie. Desde el minuto uno es capaz que empatices con ella, su dolor, su pena, su preocupación es tan real que asusta. Consigue que la entiendas, se desnuda por completo, no solo por lo que hace por su hijo, sobre todo porque logra transmitirte que se trata de una mujer que pasa por una etapa de autodestrucción, asumiendo una culpa profunda y con un firme deseo de enmendar toda esa mierda que lleva dentro y que ha colocado a su familia en una situación crítica. Sobre ella pivota la serie, sobre sus ojos cansados y heridos, sobre esa gestualidad contenida en ocasiones pero tremendamente expresiva. Su relación con su hijo, con su hija, con su marido, con la madre del amigo del hijo, incluso con su madre, te dibuja un personaje completo que explica la frustración de no haberse desarrollado personalmente por completo, y como ese dolor por no haber sido ella misma ha afectado a toda su familia. Si en los diálogos está inmensa, en sus silencios llega a otro nivel.
Conclusión
“El Hijo Zurdo” es una serie muy bien diseñada, dirigida y producida. Un trabajo sobresaliente que te hace reflexionar sobre muchas cosas en un corto periodo de tiempo. Una producción sin relleno que no pierde el tiempo en lo superfluo y que tiene una banda sonora perfecta para ambientar una historia como ésta. Un ejemplo de que en España somos capaces de hacer series de calidad sin tener que recurrir a los lugares comunes que pueblan nuestras televisiones. Pero sobre todo nos recuerda que no existe un amor tan incondicional como el de una madre. Personalmente me ha traído de vuelta a la mía…, aunque ya hace muchos muchos años desde aquellos ojos azules tan inmensos como el océano se apagaron definitivamente. Siempre caminarás conmigo, Rosario.