Nuevo álbum del científico productor techno Albert Chiovenda en uno de nuestros sellos sci fi de cabecera: Evod Music.
Evod Music es un sello muy respetado en esta redacción, porque se dedica a insuflar materia gris en este denostado y devastado panorama lleno de cosas mediocres. Una vez más han dado en el clavo con su más reciente edición que viene formada por una de las mentes privilegiadas del techno contemporáneo, el australiano Albert Chiovenda, quien a lo largo de 10 ejercicios de techno de las galaxias nos muestra su particularísima paleta sónica con denominación de origen.
Cubic Crystal System detona la mecha de este viaje interplanetario con una combinación de arpegios locos y 909 que transpira ingravidez.
Reactions in Suspension me sitúa auditivamente flotando a unos pasos de la nave espacial, conectado por un cable a la máquina, flotando en el espacio pero asida al suministro esencial de oxígeno.
Broken Town me hace imaginar la nave aterrizando en una colonia comercial del espacio exterior para comprar drogas psicodélicas que acompañen las horas muertas del viaje con imágenes inexistentes y sudor frío.
Void Memory 5 es la banda sonora de una pista de baile situada en algún tugurio galáctico lleno de criaturas extrañas, tipo la cantina de Star Wars.
The Gone Place me transmite una alegría naif y androide al mismo tiempo, una especie de Detroit techno evolucionado para ahora mismo.
Cloud Relapse parece una marcha militar de robots de combate entrenando en una base de la corporación situada en una luna sombría de un sistema galáctico que está a años luz del desierto de Almería.
Undershadow es una orgía de ritmos complejos y pulsiones hipnóticas de primer orden, nuestra nave va a velocidad hiperespacial por territorios vírgenes al igual que Dissolving the Seeds of a Moment.
Flow Stone nos va acercando a nuestro destino con música de máquinas funcionando frenéticamente para reducir la velocidad de la nave que se detiene por fin en un destino en el que vuelve a haber gravidez dando por finalizado este viaje interestelar psicodélico que llega a su destino con el último corte Towards the Dream.
Fundamental si quieres salir aunque sea mentalmente de este cambio de hora tan cabrón que nos está volviendo locas a todas.