Amy Dabbs pone su corazón y su alma en los breaks en su trabajo de debut en Heist.
Con lanzamientos en Aus Music, Shall not Fade y su propio Dabbs traxx, una residencia mensual en Rinse FM y una agenda de giras que parece estar más ocupada minuto a minuto, estamos felices de ver que el arduo trabajo de Amy Dabbs está dando sus frutos.
Si a eso le sumamos el apoyo de artistas como Special Request, The Blessed Madonna, Jaguar y Cinthie, sabremos que esta artista radicada en Berlín está justo donde pertenece: en el centro de atención.
Con un amor por todo lo relacionado con la alta energía, incluida, entre otras, la música house y los breaks, Amy sabe cómo prender fuego a una pista de baile (o a un disco). Su música ha sido descrita como “Drum & bass elegante y conmovedor, que aún captará los oídos de los jefes de house”.
El EP ‘Only breaks can love your heart’ está repleto de energía para sentirse bien y viene con un remix de Dam Swindle.
Desde el principio sabes que tienes un himno en tus manos con ‘Everything alright’. La magnífica voz de Aika Mal te brinda la cantidad justa de energía emotiva y entusiasta y viene envuelta en pausas sólidas y acordes fascinantes.
El remix de Dam Swindle reduce un poco el tempo, pero con sus 140 bpm, su cálido ritmo roto y su bajo británico, el dúo ofrece una pista con mucho atractivo cruzado. En esta ocasión optaron por un enfoque más sencillo que combina percusión introvertida con teclas vivaces que complementan perfectamente las voces para un remix completamente irresistible.
‘Crush’ es un tema característico de Amy Dabbs, con percusión 909, voces femeninas, pads etéreos y cuerdas clásicas.En la otra cara encontrarás “11 11 22”; una pista clásica de deep house con sutiles toques de UKG en sus samples y bajo. Los pads y la percusión entrecortada le dan a esta pista toda su energía.
Para completar el EP, la canción principal ‘Only breaks can love your heart’; otra muestra de la habilidad de Amy para hacer bailar a los aficionados al house al ritmo del drum and bass. Hay un cierto contraste en el ritmo: baterías furiosas versus acordes de ensueño Las voces aportan una sutil sensación de R & B de los años 90 y 2000.