En el mundo de la música electrónica la figura del DJ es fundamental, esta figura a menudo se confunde con la del productor musical y parece que si no haces discos no tienes suficiente entidad profesional como tal o que te
falta algo. A veces se nos olvida que es mejor hacer una cosa a la perfección que disolverse en diversas disciplinas sin alcanzar la excelencia.
Angel Molina pertenece a este último grupo, al muy limitado grupo de DJs excelentes que se dedican en exclusiva a ello, seleccionando y aumentando su exquisito catálogo sin cesar, explorando los rincones más recónditos de la música para ofrecerlos al público con una técnica magistral, en las pistas
de baile más exigentes y con menos prejuicios.
En esta era en la que las redes sociales y la imagen han aplastado el verdadero sentido de la profesión, Angel se mantiene al margen, sin presencia alguna en las plataformas de exposición social, sin anunciarse ni publicitarse, sin seguir las corrientes de opinión políticamente correctas, por su camino, libre e íntegro aun a riesgo de escapar de la señal de los radares.
Su discurso musical es siempre impredecible, puede sumergirte en la oscuridad absoluta, llevarte al paroxismo danzante o dejarte KO con los ritmos más brutales sin pestañear, y eso no lo hace cualquiera. Estamos ante uno de los decanos de las cabinas en nuestro país y del resto del mundo conocido, un DJ con mayúsculas que es siempre sinónimo de modernidad, calidad e integridad.
Aquí puedes gozar con una de sus más recientes y escasísimas apariciones online, en su faceta más dinámica:
Si lo que quieres es degustar su cara más experimental no te puedes perder su Boiler Room de hace unos años, que sigue siendo una enciclopedia del riesgo:
Como trabajo en paralelo, Molina es el encargado de comisionar/curar el
catálogo del sello de culto 30D Records, en este set hace un recorrido por las referencias del sello en un viaje sonoro por el mejor techno del futuro:
Tienes toda la info de Ombra Festival aquí.