El futuro de la automoción no es, ni de lejos, como nos habían hecho imaginar. Mientras esperamos a que los coches se piloten solos (de volar ya ni hablamos) y todavía no hemos llegado al momento en el que los automóviles eléctricos superen a los de combustión, Ikea sigue imaginando ese panorama ideal que quien sabe si alguna vez veremos.
El programa Space10 ha realizado varios prototipos de cómo podrían ser los espacios de los medios de transporte una vez que los humanos no tengamos que preocuparnos por conducirlos. Esto se traduce en lugares que sirven para muchas otras funciones: un pequeño dormitorio con terraza incluida, una cafetería, un servicio de atención médica o una frutería son algunas de las opciones que se vislumbran como posibles (que no factibles) en ese porvenir ideal.
Ikea, sin embargo, ya ha anunciado que este proyecto no significa que vaya a dar el salto al mundo del automóvil. Se trata tan solo de un proyecto que muestra cómo podría cambiar nuestra idea del transporte cuando los coches sean completamente autónomos. Deleitémonos con esa idea durante el próximo atasco.