Desde que Demna Gvasalia, el capo de Vetements, fuese nombrado director creativo de Balenciaga, nos hemos acostumbrado a su retorcido sentido del humor y el apropiacionismo. Si su uso del logo de DHL provocó admiración y rechazo a partes iguales, más tarde hemos visto cómo encontraba inspiración en las bolsas azules de Ikea o en unos zapatos de Margiela. En ese terreno pantanoso en el que se encuentran el homenaje, el reciclaje y el robo descarado, Gvasalia ha encontrado un lugar que alimenta el debate.
En esta ocasión, sin embargo, a alguien no le ha hecho nada de gracia su última invención. Una pieza de decoración de Balenciaga que toma, casi literalmente, el diseño de los típico ambientadores de coche en forma de pino, le ha valido una demanda a la firma francesa. La empresa The Car-Freshner Corporation, que tiene la marca registrada de ese producto desde 1952, ha presentado una demanda, según informa TMZ.
No es la primera vez, sin embargo, que Gvasalia se encuentra con una demanda por alguna de sus creaciones. Este mismo año, una compañía de souvenirs neoyorquina hizo lo propio al considerar que uno de sus bolsos había sido copiado casi literalmente por el director creativo de Balenciaga.