Criada en Buenos Aires y Miami, Barbie Bertisch vive Nueva York. Cuando
empezó a trabajar en “Prelude“, estaba en su cocina de Brooklyn. Era la primera cuarentena de la pandemia. Encerrada en casa en lugar de pinchar en clubes, encontró el espacio para compilar una listo de canciones en varios estados en su proceso de composición, Bertisch ideó una una crónica sobre el crecimiento y la curación de las frustraciones del pasado, un relato honesto de alguien que intenta encontrar su propia voz en forma de álbum. “Sentí que estaba rodeada de hombres que gobernaban cada espacio. Constantemente sentía que tenía que ‘pedir permiso para entrar, siempre en bandas pero nunca ‘la’ chica de la banda”, dice Bertisch.
“Prelude” es un disco introspectivo. Explora todas las valencias del ser y del sentir. Algunas canciones son caótics y entrecortadas. Otras son suaves y anhelantes.. Hay rabia e inocencia, y momentos de quietud. Bertisch tiene influencias tan variadas como Kaitlyn Aurelia Smith, Cocteau Twins, Berlin School o François Kevorkian.
“Prelude” se edita en el propio sello de Bertisch, Love Injection Records,
que dirige con su socio Paul Raffaele. Los dos también pinchan y hacen fanzines bajo ese nombre desde 2015. Love Injection es una carta de amor a Nueva York. “Prelude” es una palabra de aliento para aquellos que luchan por autorrealizarse.
