Al final de la Tierra, habrá graves. Así es como el director del sello Bee Lincoln imagina el sonido después del apocalipsis.
Una buena razón para un lanzamiento que cerró 2024, “Last Bass On Earth” viene con dos pistas hechas de sonidos distorsionados.
Centrada en la línea de bajo gruñona y ondulante, la pista principal proporciona una atmósfera oscura para la pista de baile. Conectándose con salpicaduras robóticas, esto activará algunos momentos distorsionados, lejos de lo habitual, como siempre. La segunda melodía “Reeser” se basa en una línea de bajo de groove monstruoso, pero no menos intrépida que la otra. Los dulces sonidos de fondo se ven interrumpidos por artefactos que caen y causan una confusión humorística. Algunos crujidos de efecto masivo te dejarán atónito y te harán pensar en el próximo planeta.