BFlecha es la autora de Kwalia, un jeroglífico contemporáneo que reflexiona, ilustra y conceptualiza también sobre aquellos aspectos inherentes a la condición humana, planteando perspectivas singulares, maduras y vanguardistas con la intención de transmitir mensajes universales, y donde el matiz más atractivo es la propia huella discursiva que elige para su construcción.
Movida por la inquietud que genera el conocimiento y haciendo gala de un lenguaje tecnificado, Belén Vidal articulaba un ente sólido y compacto estructurado en 11 canciones que indagan en la actualidad musical más moderna y avanzada, justificando por qué podemos perfectamente hablar de ella como una de las artistas pioneras del país.
El álbum ha sido editado desde Arkestra Discos, imprescindible sello de Vigo cofundado por ella misma y Mweslee, quien, tal y como desvela esta entrevista, ha ejercido un papel clave en todo el desarrollo del proyecto. Su actuación este fin de semana en Sónar servirá prácticamente a modo de bienvenida.
Hablamos con ella sobre su trayectoria, su concepto artístico y tratamos de conocer algo mejor su última referencia. Este jueves estará en Sónar.
Cuatro años después sacas Rutas Circulares, primer single de Kwalia, y después vino Zigurat, devolviéndonos a la actualidad a BFlecha con una pieza audiovisual extremadamente ambiciosa a nivel técnico y estético, manteniendo visualmente el espíritu vanguardista que te ha venido definiendo desde Beta. ¿Cómo se gestiona a nivel de agenda un videoclip de esta envergadura?
Bueno, la verdad es que fue muchísimo trabajo. Al principio fue como agrupar muchas ideas del disco y luego intentar crear como una pieza que generase esa sensación, esas ideas. Lo que intentamos fue darle un toque más cinematográfico, como si fuese una película.
Empezamos desde Arkestra Discos, o sea Mweslee y yo, viendo y desarrollando todas las ideas y hablamos con Gabi (Gabriel Tineo), que es el director, y los tres en general conectamos guay. Entonces, a nivel de mensaje y lo que queríamos transmitir, fue fácil. Lo difícil fue conseguir todo eso a nivel producción: esas cosas que tenían que salir, que son referencias, detalles, códigos, y que fue lo más difícil conseguir.
Se grabó primero una parte y luego, la parte de la moto, se grabó después. Claro, imagínate la parte de las señoras; fue una odisea. Quería incluir otro tipo de lenguajes para reflejar que existen maneras diferentes de comunicarse y que saliesen unas señoras mayores que representasen la sabiduría, el conocimiento. Al final hablando con varias asociaciones de sordos, al final las conseguimos en Palencia. Justo el trocito que salen hablando entre ellas, es un extracto de un poema de Manuel Padorno que se llama Al otro lado. Yo ese poema lo descubrí después de tener mi canción, y cuando lo leí, me impactó porque fue como “joder, qué pasada”, representaba muy bien lo que yo quería decir, y lo metimos ahí en plan un guiño.
Pero sí, en realidad fue una locura. Lo que pasa es que cuando tienes las cosas tan claras las ideas al final se van asentando en tu cabeza y luego tiene que ser así. No vale improvisar; tiene que ser la movida.
La sensación que me despertó el vídeo es que existe una pretendida intención de atemporalidad en toda tu carrera musical. ¿Está pensando BFlecha en crear algo perenne cuando está creando?
Yo busco ser atemporal. Mi mensaje, sí creo que es un mensaje universal, porque al final mis letras hablan de problemas de la condición humana.
En el proceso de creación tampoco es que piense en eso; es en el proceso de acabado, en la producción, donde soy más racional, donde pienso por donde quiero llevarlo. Ahí sí que hay una intención de decir “este disco es de esta época”, tiene esos toques. Pero realmente, creo que es el objetivo de cualquiera, que la obra perdure el paso del tiempo.
¿Sí? ¿De verdad crees que todo el contenido se hace pensando en perdurar o se piensa en molar en un momento muy determinado?
Bueno sí, en realidad hay de todo… yo hablo por mí, las cosas que me inspiran, mis inquietudes, obras o artistas que no son de esta época pero sus mensajes perduran en el tiempo. Desde gente desde el 1500 hasta hoy…
Me pasa que encuentro similitudes entre un poeta, un director de cine y un filósofo: al final están hablando de lo mismo pero con diferentes lenguajes. Esas conexiones son las que me hacen decir: “hostia, esto es el tema”. Yo intento expresar también esas cosas con mi estilo y desde mi manera de ser, de mi persona, de como soy.
En Kwalia sigue siendo evidente esa pulsión futurista y esa propuesta vanguardista, pero a nivel de concepto sigues manteniendo el aprecio, propio de otros tiempos, por el material que publicas. 2 largos en 4 años y contados pero exquisitos videoclips. ¿Cómo convive alguien tan mirada con su trabajo con el ritmo actual de publicación de contenidos?
A nivel hacer álbum, sí que entiendo que tiene que haber algo más que lo diferencie de una lista de canciones. Eso necesita un tiempo, como una comida bien hecha; tienes que hacerla a fuego lento, no puedes acelerar los procesos. Claro, ahora todo es super rápido, y en cierto modo yo reivindico eso: hacer las cosas de otra manera. No es que lo otro esté mal, es que esto es otra manera de hacer las cosas, que también tiene que haber cabida para esto.
Si sacase un EP o un single no me llevaría tanto tiempo, pero para un álbum pienso que requiere algo más, algo que unifique las canciones.
Imagino que trabajar desde Arkestra permite cristalizar mejor tus ideas sin renunciar a cómo están concebidas. ¿Se funda Arkestra precisamente para dar cabida este tipo de propuestas?
Nosotros sí damos mucha importancia a cómo se transmite la música, que no llegue distorsionado. Por eso cuidamos la imagen, los vídeos, … que refuercen lo que se quiere transmitir, la obra. Pero aunque seamos un sello independiente intentamos ser lo más pro posible. Por ejemplo solemos trabajar con el mismo ingeniero de mastering que Future o para cada portada trabajamos con artistas para crear obras especiales
Profesionalidad.
Claro, queremos ser profesionales.
Entonces, ¿se podría haber sacado en otro sello?
No lo sé; seguramente no. Tendría que ser un sello que entendiese lo que quiero hacer y me diese total libertad..
Nosotros como sello queremos ser fieles a la personalidad de cada artista y reforzar esas cosas diferentes, pero eso no quita que queramos sonar donde suena la música de ahora. Realmente hacemos música actual. Veo también esa lectura: realmente es música; los conceptos son como un bonus para la gente que quiera investigar y tirar del hilo.
Precisamente ahora que hablas de música actual, es momento para reparar en Vigo, ciudad que ha revolucionado y ha generado una tendencia palpable en las nuevas formas del hip hop nacional. Me refiero por supuesto a BBM, pero podría extenderlo a Galicia en general con gente como Judah, DL Blando o Arufe. ¿Cómo vivís este cambio desde detrás de las montañas y cuánto de satisfecho estáis con el reconocimiento que se tiene de vosotros?
Como dices, ahora en Galicia estamos a tope. Está saliendo muchísima música y hay productores ya a nivel referente en España. Somos todos colegas y al final eso yo creo que está guay. En este disco con Judah, o en el anterior que salía Arufe también, pues es como algo super natural. Te pide el hacer música juntos, estar con ellos, y yo creo que eso es super positivo.
Me parece la hostia que al final eso salga de aquí y el hecho de vivir en Galicia, al final estás apartado y ves las cosas con otra perspectiva; yo creo que eso también influye.
Centrándonos en aspectos líricos, son infinitas las referencias a aspectos vinculados a la física, el conocimiento científico en general, la filosofía o la metafísica. ¿Tienes algún tipo de base académica en estos terrenos o es simplemente interés personal?
Es interés personal, yo iba por ciencias, estuve un año en Industriales y luego estudié sonido. Después trabajé como auxiliar de grabación en estudios y de técnico de directo. Pero siempre me atrajo la historia del arte, la arqueología y todo eso. Siempre me han gustado cosas contrapuestas: ciencias y de letras.
Es todo investigación porque tengo la inquietud, pero tampoco soy la máxima erudita en esos temas. Simplemente me gusta leer, ir picando de varios sitios y eso me ayuda a construir luego mis ideas.
Intentado hacer una escucha detenida e ir descifrando esos códigos que deslizas en cada tema, no puedo evitar sentirme frustrado en algún momento por saber que se me escapan millones de referencias. La sensación es que me pierdo mucha información pero no me impide disfrutar de la música. ¿Cuánto de consciente hay en plantear esta doble lectura?
Tampoco soy consciente de plantear todo eso. A veces veo una cosa que me llega y digo: qué guay esto. Lo incorporo pero dándole mi toque. No es una cosa pensada, es algo natural; salen cosas de dónde yo bebo. Es también una manera de agrupar e ir quedándote con lo que te va marcando a lo largo de la vida. Como esos discos que se quedan ahí para siempre. Puedes escuchar música de ahora que te mola, pero dentro de unos años dices “estuvo guay pero no es mi movida”.
A mí me gustaría que la música hablara por sí sola, y lo otro, lo que decíamos, pues como un bonus para quien quiera ir más allá. Me gusta ser sutil y no dejarlo todo ahí al descubierto. Pero no es un disco de una escucha. Es como un lenguaje, que vas poco a poco descifrando, descubriendo cosas. También el disco habla de eso: de los lenguajes que no entendemos, pero que aunque no lo entendamos está ahí. Tú puedes ampliar el espectro o no; es opción de cada uno.
A nivel de interpretación, parece que los nuevos gustos del público y el aperturismo generalizado hacia contenidos más variados generan un contexto propicio para salida de un trabajo como Kwalia. ¿Cómo valoras la respuesta obtenida por el disco?
Yo creo que aún falta… hay que escucharlo (risas). Quizás no dio tiempo de escucharlo bien, más profundamente, de asimilarlo. Todavía no lo sé.
A mí me gusta que de repente veo canciones en listas con gente mucho más joven que yo y me parece la hostia. Porque al final es algo de ahora que puede escuchar cualquiera.
Yo he visto en redes mucha de esa gente que decíamos de Galicia haciendo bandera de BFlecha.
Sí sí. Joder, yo no puedo estar más contenta de ver que haya gente que conecte con él; realmente es una satisfacción cuando alguien te lo muestra. Al final estás lanzando un mensaje que le llegó a alguien, a su cabeza, a su mente.
Generalmente se te cataloga bajo el amplio espectro del R&B, que gusta de armonizar y musicalizar las voces, mirándose en formas y estructuras del pop sintético. ¿Cómo llevas lo de las etiquetas?
Lo de las etiquetas, la verdad, no me gusta. Me gusta escuchar de todo y no me gusta adscribirme a un determinado estilo. Yo quiero que toda esa música que escucho pase por el filtro que soy yo y de ahí sacar algo diferente, que sea nuevo. Es mi intención.
El Guincho es la única colaboración vocal en el trabajo. No se me ocurriría una analogía más precisa que la del canario a la hora de buscar parecidos a nivel de interpretación y concepto musical. ¿Cuánto de identificada te puedes sentir con él y con esa repercusión o visibilidad a todas luces por debajo de vuestro producto?
La verdad es que me siento identificada con él porque lo que hace es muy personal, y porque a nivel de hacer música en español, hay una conciencia de hacerla en ese idioma y ahí siento una conexión con él.
Cuando dices “música en español” te refieres a hacer música en ese idioma que no suele hacerse en español. ¿Vas por ahí?
Sí a eso me refería. Cuando empecé a hacer música, en la escena que me movía apenas había referentes en castellano, ahora afortunadamente hay más. Música que bebe de muchos estilos y con un enfoque internacional.
Tanto nuestra cultura como nuestro idioma es rico y te aporta otro carácter aunque las influencias vengan de muchos lados. También miro a veces para atrás, grupos que hubo antes en España y el legado que dejaron y muchos de mis autores favoritos son iberoamericanos. Eso te hace sentir que aquí también tenemos algo muy rico y que podemos hacerlo.
Salvo la participación de Judah y Mweslee, que también co-produce algunos temas junto a ti, te encargas también de todo el apartado instrumental. ¿Era para ti necesario a la hora de articular el sonido de Kwalia?
Por supuesto, es mi música. Yo compongo, produzco y escribo las canciones con voz o sin voz, y es como trabajo: de donde vengo, de hacer música, de producir… De hecho por la época de cuando salió mis primera referencia Ceja de Carnival/Kosmic Lovers (2010) realmente no hacía tantas canciones con voz. Era más bien instrumental.
Pero eso no quita que en algunos proyectos quiera colaborar con otras personas. Realmente trabajar con más gente es muy enriquecedor; a mí cada vez me gusta más ampliar y salirme de mi zona de confort.
También pienso que para hacer un álbum ayuda contar con una visión externa, incluso te ayuda a subrayar cosas de ti que tú ni siquiera le das tanta importancia porque para ti son normales. En ese aspecto, Mweslee con el que tengo muchísima afinidad a nivel musical, entiende muy bien lo que quiero hacer y para mí es la persona perfecta.
Esta implicación al máximo en todas las facetas se traslada también a la estética que envuelve el disco, moviéndose entre el videojuego, la distopía, el sci fi e incluso guiños a culturas ancestrales. ¿Es la estética tan importante como lo estrictamente musical?
Al final es una dimensión màs a traves de la cual puedes expresar lo que quieres decir. En la estética y en la imagen encuentras múltiples códigos y por qué no utilizarla para reforzarlo.
No te quiero preguntar la edad, pero sí saber si es necesario experimentar y adquirir cierto background para poder ofrecer un trabajo tan complejo.
Depende de la vida y de las experiencias de cada uno. A mí, claro, me ayuda porque voy madurando y me voy definiendo como persona, conociendo mis matices y lo que me hace a mí diferente. También eso te ayuda a saber ver que lo diferente es lo especial, y eso cuesta a mucha gente. A uno le cuesta darse cuenta porque sientes que no encajas, pero va pasando el tiempo y la madurez te da por apostar por lo que hace a uno especial.
Yo creo que sí, que es importante. Hay gente que vive una vida muy intensa y lo descubre más joven. Cada uno necesita sus tiempos. Depende de su vida, de su contexto, de sus experiencias.
No es la primera vez que apareces en Sónar, pero sí que intuyo que es posiblemente la más atractiva por el momento mediático que hay respecto a aquella otra ocasión. ¿Algún detalle que nos puedas adelantar?
Va a ser un directo. Lo que sí me gustaría es aunar el resto de mis trabajos, también este último, y alguna sorpresa más (risas)
Tengo muchas ganas de ir. De hecho mi primer concierto que di como BFlecha fue en Sónar 2010. Es un sitio donde la gente va a escuchar música y eso se agradece.