Que el nuevo EP de Burial se llame “Antidawn” y haya salido la misma semana que “Dawn FM” -de la superestrella pop The Weeknd- resulta enormemente irónico y divertido. El productor británico lleva ya varios añitos intentando demostrarnos que es un “maestro” (léase como si el resto del artículo estuviese escrito en inglés) de la creación de ambientes, lanzando cada vez más entregas sin beat, sin ritmo y llenas de sonidos más vagos y espaciados. Un poco con la misma pretensión ética y estética ha llegado este “Antidawn EP”, que sobre todo resulta un anticlímax total, un espacio difuso y de un ambiente emotivo y algo inane.
El éxito de Burial, siempre estuvo centrado en la originalidad de como reinterpretaba la música rave desde una perspectiva extremadamente solitaria, depresiva, opresiva y oscura (no sé si se le llamó así pero no le habría sentado mal la etiqueta emo-rave). Su paleta sonora, con samples de videojuegos o del pop más comercial chopeados y destruidos hasta lo irreconocible, enganchó y unificó a crítica y público, pero sobre todo, a crítica alternativa y crítica electrónica. FACT, Pitchfork, o Mark Fisher se han hecho eco de casi todos los lanzamientos de Burial, lo cual resulta extraordinariamente peculiar. La realidad, en la actualidad, es la siguiente: desde 2012 (una década ahora) el productor inglés no ha hecho ningún lanzamiento relevante, sino que ha ido incorporando algunos elementos que no desentonan del todo con su estilo: voces ultra filtradas y algunos instrumentos que suenan a música litúrgica.
En “Antidwan” esos dos elementos están literalmente dispersos a lo largo de los cuarenta y tres minutos que dura, cuyo único hilo conductor parece cierto órgano, que suena en las canciones pares, y las ya clásicas “frases depresivas” que generan el ambiente depresivo o ansioso que tanto caracteriza a su creador. Y remarcamos caracteriza porque la realidad es que estos recursos sonoros que hemos comentado se han convertido ya en la caricatura de Burial, que parece que no quiere o no puede dejar de utilizarlos. Sólo con ellos sonando por enésima vez, este “Antidawn EP” se vuelve más bajona y soporífero de lo que a su autor le gustaría. Una cosa es generar un ambiente afligido y de pesadumbre, otra muy distinta que tu trabajo termine volviéndose pesado y amargo.