¿Se acabó la magia de Burial? ¿Tenemos siempre las espectativas muy altas con este artista? Jonathan Gutiérrez desglosa “Streetlands”.
Cuando Burial llegó a nuestras vidas durante los primeros años del nuevo siglo, muchos se arrodillaron de emoción anunciando la llegada del mesías electrónico y comenzaron a poner velas alrededor de sus mesas “proto hipster” presididas por la carátula del primer vinilo del misterioso artista. En una escena tendente a la creación de profetas y a la mitificación, no era de extrañar lo que ocurrió con Burial, ya que reunía todos los valores que se les supone a los elegidos: Anonimato, talento diferenciador y un sonido que renovaba el género de moda en aquellos años (Dubstep). Más allá de la opinión de aquellos que desesperados buscan aferrarse a referentes con un halo de divinidad, su debut homónimo de 2006 y su segundo álbum, “Untrue” (2007) son incuestionablemente dos obras maestras. No solo por su composición y por su profundidad, sobre todo porque crearon un nuevo sonido que ha sido imitado por una multitud de productores en todo el mundo. Pero como siempre pasa con las obras maestras, sus interpretaciones tienden a irse de madre, y en este caso se llegaron a decir cosas tan flipantes como que Burial anticipaba el caos económico y moral que se adivina tras el Brexit. ¿Alguien me podría pasar el teléfono del delear del crítico que hizo esta reflexión?
Tras más de una década esperando la tercera parte de las sagradas escrituras de Burial, éste nos ha ido dejando pequeñas píldoras, como el EP de cinco pistas “Antidawn” en Hyperdub y un EP doble junto a Four Tet titulado “Nova / Moth” en Text Records. Hace unos días nos sorprendió con un nuevo trabajo en Hyperdub bajo el nombre “Streetlands”. Un EP con tres tracks, “Hospital Chapel”, Exokind, y “Streetlands”, en el que incide una vez más en ese sonido ambiental y decadente que hará las delicias de sus acólitos pero que al resto de los simples mortales nos deja una vez más con ganas de otra cosa. Porque si hacemos una comparativa con sus trabajos previos, se nota claramente el lento agotamiento de la fórmula. Es un plato que ya has probado y que ha perdido la magia de la primera vez que te lo llevaste a la boca.
Si buscas sonidos que encajen con tu proyecto de dinamización estructural de las partículas alfa en los bosques inhóspitos de Birmania, o si buscas una banda sonora para un corto introspectivo bajo las alcantarillas oxidadas de una ciudad distópica, el EP “Streetlands” encaja como un guante.
En general Burial continúa usando los mismos samples basados en el ruido superficial, las mismas atmósferas densas y la misma estrategia vocal con ese deje melancólico tan característico. El primer track “Hospital Chapel” incide en la utilización de sintetizadores desgastados, reverberación y crujidos de vinilo. “Streetlands” no se diferencia en exceso del tema anterior, camina por el mismo sendero parsimonioso mientras esperas un momento de cambio que no llega. “Exokind” es un poco más atrevida, poblada de sintetizadores electrónicos progresivos arpegiados que le aportan algo de movimiento y le alejan de la monotonía.
Seguramente muchos de los talibanes que ven a Burial como el hijo de dios en la tierra estén afilando sus cuchillos y esperando a que abandone mi portal para defender el honor de su profeta. Por fortuna a William Emmanuel Bevan se la suda lo que la gente opine de su música, carente de ego y de aspiraciones mediáticas el tío se dedica a hacer lo que le gusta y punto. Ahí reside mi admiración, en que no se ha dejado influenciar por el azúcar empalagoso de sus incondicionales ni por la bilis puntual de críticos gruñones como yo. Ojalá hubiera sentido con en este EP la misma sensación de admiración de anteriores trabajos, las mismas mariposas revoloteando en mi estómago o las mismas palancas activando mecanismos en mi cerebro que me permitan visitar lugares desconocidos. “Streetlands” pasará sin pena ni gloria, alimentará por unos minutos la fantasía de los nostálgicos y terminará olvidada en lo más profundo de su playlist. Ojalá llegué el día en el que Burial vuelva a sorprendernos, vuelva a cambiar nuestra percepción de la música electrónica, pero hasta entonces…, tendremos que agarrarnos a la esperanza de que el compositor de “Untrue” nos calle la boca a los que creemos que su momento pasó.