El aclamado realizador de documentales y colaborador de Massive Attack, Adam Curtis nos entrega en este 2021 la serie documental definitiva en la que resume sus ideas y que ha realizado para la BBC. Un documental que nos ayuda a entender el presente y que está concebido como una reflexión en sí misma sobre la poética de la imagen.
Estamos ante un ejemplo de televisión inteligente para estos tiempos oscuros cuyo principal mérito es tratar al televidente como un individuo pensante capaz de reflexionar. A partir del archivo audiovisual más grande del planeta se construye una presentación televisiva que nos acerca a una audaz tesis geopolítica y que se materializa en una experiencia inmersiva e hipnótica.
Un viaje sensorial en el que las imágenes se funden con la música y la voz narradora en un tempo determinado, con la intención de pulsar ciertos interruptores de nuestra cabeza. Televisión nutritiva para tiempos de pensamiento nulo y consumo exacerbado: una historia emocional del mundo moderno.
Desde la prestigiosa cadena británica su trabajo ha cambiado la manera de entender el formato documental con un marcado estilo en el que el Found-Footage, la voz en off y un acertado uso de la música sirven como herramientas para explicar el complejo mundo en el que vivimos.
Un relato no exento de controversia en el que nos señala como las estructuras de poder nos controlan por medio de la tecnología, la publicidad, la ciencia, la psicología, la política… e incluso la cultura popular. Sus detractores lo acusan de repetitivo e incitador a las teorías conspiratorias aunque sería más acertado referirse a él como un realizador sobresaliente cuyos ensayos son absolutas piezas artísticas abiertas a la interpretación.
En cierto modo, sus documentales funcionan como detonadores de librepensamiento. Refinada arqueología audiovisual al servicio del relato socio-político: estudia la sociedad contemporánea desde un enfoque diferente, único y casi siempre sorprendente entregando fabulosos collages audiovisuales.
La idea de la paradoja en la que se ha convertido la sociedad moderna es uno de los objetos principales de análisis a lo largo de su obra en la que destacan títulos como “Hypernormalisation” (2016), en el que explica como hemos llegado a aceptar y normalizado una visión absolutamente falsa del mundo, o “Bitter Lake” (2015) en el que analiza las complejas relaciones entre Afganistán y Occidente.
En “Can’t get out of my head” va un paso más allá y a lo largo de los seis capítulos de más de una hora cada uno que lo componen, propone un enrevesado pero fascinante y en cierto modo, poético discurso, en el que se tratan temas como la invisibilización del liberalismo económico, el fin de las ideologías y el poder que la imagen, lo audiovisual y la cultura popular ejercen sobre el individuo afianzando aún más la situación global en la que vivimos en la actualidad.
Quizás una de las conclusiones más interesantes a las que llega con esta serie es la de que el triunfo absoluto de la sociedad de consumo ha conseguido que TODOS, no solo aquellos que tienen el poder, somos partícipes y colaboramos de una manera u otra a que el mundo sea tal como es y que movimientos contra-culturales o acciones individuales o colectivas en principio subversivas enfrentadas a ese poder, lo único que han conseguido es, afianzar al mismo.
Cómo os hemos comentado, el uso de la música es fundamental en la construcción de sus películas y en esta ocasión debido a la larga duración de los capítulos tenemos una amplísima y refinada selección de temas que van del Country a la Música Clásica, del Kraut a la Electrónica o del Postpunk al Rap. Nombres como Aphex Twin, Gang of Four, Phosphorescent, This Mortal Coil, John Carpenter o Pye corner Audio, por citar algunos, conforman esta extensa banda sonora de la que podéis disfrutar en esta playlist de más de 9 horas de duración.
Curiosamente el famoso hit de Kyle que da titulo a la serie no aparece en la banda sonora, según Curtis “Aunque es una de las más grandes canciones pop de todos los tiempos, hubiera sido demasiado obvio”.
Todos los episodios de esta compleja y en ocasiones caótica y abrumadora serie están disponibles con subtítulos en YouTube. Bienvenidos a la era de la decepción. Disfruten de la que seguramente es la mejor serie documental del año.